Los humanos perdemos doscientos millones de células de piel cada hora. Y, a lo largo de un día, la cifra supera los cinco mil millones. ¿Cómo es posible entonces que se produzca el milagro de que parezca intacta y no se rompa?
Un equipo de investigadores de la Universidad de Keio, en Japón, ha descubierto que bajo la capa superior de la epidermis, formada por células muertas que se van renovando, existe otra aparentemente más fina pero perfectamente construida, de tal manera que forma una barrera resistente.
Y eso se debe a que las células que la integran tienen una curiosa forma de tetradecaedro (o sea, son poliedros de catorce caras), que les ayuda a juntarse entre ellas de una manera aún más eficaz que si hubieran sido unidas con el mejor pegamento.
Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/11/161129114910.htm
Vicente Fernández López