De acuerdo con un informe de la Sociedad Española de Medicina de Familia, en nuestro país, cada día 100 personas sufren un paro cardíaco. Solo 10 de ellas sobreviven. En todo el mundolas cifras de personas afectadas por fallos cardíacos asciende a 41 millones por año.
Para intentar evitar esto, un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Irlanda Galway y de Harvard, liderados por Ellen Roche, ha diseñado un robot que envuelve el corazón y “acompaña” los latidos si detectan un fallo o arritmia. En su desarrollo, los expertos se enfrentaban al desafío de que el dispositivo no debía entrar en contacto con la sangre y la inspiración llegó directamente del propio órgano. Se trata de una malla de silicona, con solenoides (transmisores de fuerza) en todo el perímetro y que, gracias a una bomba externa que inyecta aire, imita los movimientos de contracción y relajación.
“La malla puede ser adaptada a cada paciente – explica Roche en un comunicado –, de modo que si la persona tiene la parte izquierda más débil que la derecha, los solenoides se ajustan para dar mayor asistencia a esta zona. La presión que estos ejercen también puede adaptarse para responder a mejorías o reaccionar a eventuales problemas”.
Aún se precisa profundizar en la investigación para llevar esta técnica a ensayos con humanos, pero se trata de un importante paso hacia un dispositivo robótico capaz de colaborar en la función del corazón.
El estudio ha sido publicado en Science Translational Medicine.
Juan Scaliter