La esquizofrenia es un trastorno mental crónico y grave que afecta a alrededor de 7 u 8 personas de cada 1.000. Produce alucinaciones, delirios, aislamiento y deterioro de las emociones.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland ha descubierto que ajustar los niveles de un compuesto llamado ácido quinurénico (KYNA por sus siglas en inglés) en ratones puede tener efectos significativos en la reducción de síntomas vinculados a la esquizofrenia.Las personas con esquizofrenia tienen niveles de ácido quinurénico más altos de lo normal en el cerebro. Uno de los efectos de KYNA, un metabolito del triptófanoes que reduce el glutamato, un aminoácido que se encuentra por debajo de lo normal en los esquizofrénicos.
El estudio, publicado en Biological Psychiatry, analizó el comportamiento de dos grupos de ratones, uno de control y otros con bajos niveles dequinurenina 3-monooxigenasa o KMO, una enzima que es crucial para determinar los niveles de KYNA en el cerebro. Coincidentemente, los pacientes con esquizofrenia tienen niveles cerebrales inferiores a los normales de KMO, algo que podría estar relacionado con los niveles más bajos de glutamato.
Los ratones del segundo grupo mostraron alteraciones en la memoria contextual y pasaron menos tiempo que los del grupo de control al relacionarse con ratones desconocidos. También mostraron mayor ansiedad cuando se les ponía en un laberinto. Dado que estos comportamientos son similares a los rasgos en los seres humanos con esquizofrenia, esto sugiere que KMO y KYNA pueden desempeñar un papel clave en la enfermedad.
Eldescubrimiento tiene implicaciones clínicas ya que la respuesta lógica, aumentar los niveles de glutamato, tiene efectos secundarios graves, incluyendo convulsiones o la muerte de neuronas. Ajustar los niveles de Kyna, algo que se ha demostrado mejora las capacidades en animales que tienen déficits cognitivos similares a los observados en la esquizofrenia, podría no tener efectos indeseados. El próximo paso es investigar si estos compuestos también son efectivos en humanos.
Juan Scaliter