Este verano, el lugar más frío del Universo estará, como quien dice, al lado de casa. Concretamente, en el interior de una caja del tamaño de una cubitera de hielo, que será transportada a la Estación Internacional.
La NASA ha dado luz verde a un proyecto bautizado como Laboratorio del Átomo Frío (CAL), que pretende aprovechar las condiciones de microgravedad a bordo de la ISS, para enfriar átomos a una milmillonésima de grado por encima del cero absoluto. Para lograrlo, en el interior de ese contenedor habrá una serie de átomos cuyo movimientos erá ralentizado con la ayuda de láseres, lo que provocará esas temperaturas tan bajas.
Los responsables del proyecto explican que el experimento servirá para comprender mejor como se comporta la materia, y estudiar un fenómeno conocido como condensando de Bose-Esintein. Se trata de un estado en el que los átomos alcanzan una viscosidad tal que les hace moverse al unísono como si fueran uno solo. Algo nunca visto antes.
Fuente: NASA.
Vicente Fernández López