Visualmente constituyen un espectáculo de innegable atractivo, fuegos artificiales elevados a su máxima potencia. Pero su radiación electromagnética puede interrumpir las transmisiones de radio y las comunicaciones por satélite, y pueden expulsar partículas de alta energía cargadas eléctricamente que potencialmente pueden poner en peligro a los astronautas. Son las fulguraciones o erupciones solares.
Lo que ha descubierto un equipo formado por expertos de de la Universidad de Durham, Reino Unido, y el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, es que estos fenómenos, los de “pequeña” escala (eyecciones de plasma) y los de gran escala (eyecciones de masa coronal o CME), podrían ser activados por un mismo proceso. Pese a que se sabía que ambos tipos de erupciones involucraban filamentos de plasma denso, como látigos, en las capas inferiores de la atmósfera solar, lo que no estaba claro era a qué se debía la diferencia en su tamaño.
Gracias a la simulación, los investigadores descubrieron que estos “látigos” de plasma se activan cuando las líneas de campo magnético por encima de ellos se rompen y se vuelven a reunir, un proceso conocido como reconexión magnética. Lo que determina su tamaño es la fuerza y la estructura del campo magnético a su alrededor.
Los resultados se han publicado en la revista Nature.
Juan Scaliter
La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…