El Parkinson es un trastorno neurológico que en España afecta a más de 150.000 personas, una cifra que de acuerdo con la Federación Española de Pakinson, se duplicará en 2025.
Ahora un reciente estudio, publicado Neurology, un grupo de expertos liderados por Bojing Liu, señala que este trastorno podría iniciarse en el intestino y extenderse al cerebro a través del nervio vago, que se extiende desde el tronco encefálico hasta el abdomen y controla los procesos inconscientes del cuerpo como la frecuencia cardíaca y la digestión de los alimentos.
El estudio analizó a 9.430 personas que se habían sometido a cirugía para eliminar, por completo o solo secciones del nervio vago (vagotomía troncal o selectiva respectivamente), una intervención que se utiliza en pacientes con úlceras, ya que disminuye la producción de ácidos gástricos. Esta información la compararon con un grupo de control de 377.200 personas. El objetivo era saber cuántos desarrollaron Parkinson de cada grupo, a lo largo del tiempo. Los resultados no mostraron grandes diferencias, mientras un 1,07% de los que fueron intervenidos con una vagotomía, desarrollaron el trastorno, en el grupo de control el porcentaje fue de 1,28.
Pero cuando los investigadores dividieron los resultados de los dos tipos diferentes de cirugía, la troncal y la selectiva y volvieron a comparar los datos, descubrieron que el grupo de vagotomía troncal, eran 40% menos propensos a desarrollar la enfermedad que aquellos que no habían sido intervenidos. La teoría de los autores del estudio es que algunas proteínas claves en el desarrollo del Parkinson, se pliegan de modo equivocado y propagan ese error de célula en célula a través del nervio vago. Al cortar la “autovía”, se reducen las posibilidades de que llegue el mensaje erróneo.
«Estos resultados – explica Liu – proporcionan evidencia preliminar de que la enfermedad de Parkinson puede comenzar en el intestino. Otras pruebas de esta hipótesis es que las personas con enfermedad de Parkinson a menudo tienen problemas gastrointestinales como el estreñimiento, que puede comenzar décadas antes de que desarrollen la enfermedad. Se necesita mucha más investigación para probar esta teoría y para ayudarnos a entender el papel que esto puede jugar en el desarrollo del Parkinson. Además, como el Parkinson es un síndrome, puede haber múltiples causas y vías”.
Pese a que los participantes del estudio son muy numerosos, los autores aclaran que no pudieron controlar todos los factores potenciales que podrían afectar el riesgo de la enfermedad de Parkinson, como el tabaquismo, el consumo de café o la genética.
Juan Scaliter