En los años 1970, durante la crisis del petróleo, Islandia tomó la decisión de aprovecharse de la energía geotérmica de su suelo volcánico. Desde entonces el compromiso se ha mantenido con tal firmeza que hoy, en el país nórdico, un 26% de la electricidad se obtiene gracias a la energía geotérmica (el resto proviene de centrales hidroeléctricas) y para un 87% de los hogares islandeses es su fuente de calefacción.
De hecho, Islandia es el único país del mundo en el que el 100% de su energía eléctrica proviene de fuentes renovables.
Pero el objetivo de este país es independizarse por completo de los combustibles fósiles.Y es entonces cuando nace Thor, el último proyecto islandés que, de tener éxito, multiplicaría por 10 la energía que se obtiene de otras centrales geotérmicas. En agosto del año pasado los expertos de la compañía HS Orka comenzaron a perforar un agujero en la zona cercana a la famosa laguna azul. Y el 25 de enero pasado alcanzaron una profundidad de 4.650 metros.Aquí los ingenieros esperan tener acceso a líquidos con altas presiones y temperaturas por encima de los 425ºC.
Pero no todo es tan sencillo. El gran desafío al que se enfrentan ahora es a las emisiones de CO2 y la contaminación por el azufre que, si bien es menor que la que pueden provocar los combustibles fósiles, sí debe tenerse en cuenta. Los próximos meses serán decisivos para evaluar cuándo comenzará a funcionar Thor.
Juan Scaliter