Pura casualidad. Al analizar los datos de un experimento para detectar los rayos cósmicos que llegan al subsuelo, un equipo internacional de investigadores se ha dado cuenta de que estos análisis subterráneos pueden ayudarles a predecir el clima. ¿Cómo? Han comprobado que el número de muones (un tipo de partículas procedentes del espacio) que llega a nosotros aumenta cuando sube la temperatura en la estratosfera.
Allí, a unos 32 km sobre nuestras cabezas, suele producirse cada dos años un calentamiento repentino con incrementos de hasta 40ºC. Este fenómeno, muy difícil de identificar, influye después en el clima a ras de suelo.
Con el nuevo descubrimiento, los científicos consideran que los diversos detectores de rayos cósmicos repartidos por el mundo podrán contribuir a diseñar nuevos y mejores modelos de predicción meteorológica.
Redacción QUO