Se llama Arnav Sharma, tiene 11 años, le gusta la programación, el bádminton, el piano, la natación y la lectura. A los dos años ya contaba hasta 100 y actualmente se sabe todas las capitales del mundo. Unos días atrás, Arnav completó el test para medir el coeficiente intelectual (CI) de MENSA, cuyo valor para ser considerado como genio es una puntuación mínima de 140 y obtuvo 162, el máximo posible, dos por encima de Albert Einstein y Stephen Hawking.
Un portavoz de Mensa señaló en una entrevista en The Independent que “se trata de una puntuación tan alta que sólo un pequeño porcentaje puede lograr”.
Mensa es una asociación fundada en 1946 por Oxford Lionel Ware, científico y abogado y Roland Berrill, abogado australiano. Su objetivo es, de acuerdo con su página web, “identificar y fomentar la inteligencia humana en beneficio de la humanidad. Mensa acepta como socios a personas cuyo CI está dentro del 2% superior de la población general. Una de cada 50 personas está capacitada para ser mensista”. Obviamente esta última frase es una redundancia ya que el 2% de algo y uno de cada 50 (o dos de cada 100) es exactamente lo mismo. Quien quiera sacarse la duda puede realizar un test online…por 10 euros, que no está supervisado ni sirve para ingresar en Mensa.
Lo que lleva a plantear si los test que miden el coeficiente intelectual son fiables. Uno de los estudios más concienzudos al respecto fue realizado en 2012 y publicado en la revista Neuron. En él se convocaron a 100.000 voluntarios, que realizaron 12 test centrados en el razonamiento, la memoria a corto plazo, la habilidad de palabras, la planificación, etc. De acuerdo con sus autores ‘“las pruebas de CI no tienen mucho sentido. Si uno no obtiene buen resultado, lo único que puede deducirse es que uno no es bueno en este tipo de test, pero no dicen nada acerca de nuestra inteligencia en general. La mayoría de estas pruebas fueron desarrolladas entre 1950 y 1960, una época en la que el modo en el que pensábamos y nos relacionábamos con el mundo era muy diferente”.
Juan Scaliter