Un grupo de investigadores, liderados pos Orlin Velev, ha desarrollado un modo de ensamblar y preprogramar pequeñas estructuras hechas de cubos microscópicos (conocidos como micro robots origami) que cambian su configuración cuando reciben el estimulo de un campo magnético. Gracias a ello son capaces de realizar una gran variedad de tareas, incluyendo la captura y el transporte de células.
En un estudio publicado en Science Advances, los autores señalan que estos pequeños robots pueden servir como herramientas para identificar células, componentes de músculos artificiales y dispositivos biomiméticos blandos. Para crear el microbot, el equipo de Velev utilizó cubos de polímero microscópicos con uno de sus lados metálico, lo que lo convierte en un imán. Así, dependiendo de su posición, los cubos se pueden ensamblar de muchas maneras diferentes.
“Al actuar como imanes – explica Velev en un comunicado –, los cubos almacenan energía. Las minúsculas partículas en forma de cubos, pueden unirse en configuraciones diferentes para hacer, por ejemplo, racimos que se comportan como un Pac-Man diminuto: se abren aplicando un campo magnético y luego se cierran interrumpiendo el estímulo”.
Los responsables del estudio, le dieron al pequeño Comecocos una tarea específica: capturar una célula viva, en este caso de levadura. Gracias a sus movimientos de apertura y cierre, «nadó» para rodear la célula de levadura y luego la atrapo.
«Hemos demostrado – concluye Velev – el desarrollo de un prototipo de microbot auto-plegable microbot que se puede utilizar como herramienta para evaluar la respuesta de diferentes tipos de células, como las tumorales”.
Juan Scaliter