Cuando los expertos intentan producir células madre pluripotentes, hacerlo a partir de células madre embrionarias plantea dilemas éticos. Por lo tanto, evitar esta fase, elude cualquier tipo de obstáculo en este aspecto. Pero hay otros problemas. Los científicos que buscan desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades neurodegenerativas tienen una enorme dificultad a la hora de producir neuronas motoras humanas en el laboratorio. Este tipo de neuronas impulsan las contracciones musculares y, si están dañadas, provocan enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica y la atrofia muscular espinal, que en última instancia, conducen a la parálisis y a la muerte prematura.
Ahora un nuevo estudio publicado en Cell Stem Cell, ha demostrado que es posible convertir células de la piel de adultos sanos en neuronas motoras sin pasar por un estado de células madre. Más allá de saltarse el dilema ético al evitar la fase de célula madre, los autores, liderados por Andrew S. Yoo, consiguieron que las neuronas motoras resultantes retengan la edad de las células originales de la piel y, por lo tanto, la edad del paciente. Mantener la edad cronológica de estas células es vital en el estudio de las enfermedades neurodegenerativas que se desarrollan en personas de diferentes edades y empeoran a lo largo de décadas.
Este avance resulta de enorme importancia ya que hasta ahora los investigadores no podían tomar muestras de estas neuronas de personas vivas, pero sí pueden acceder fácilmente a muestras de piel. Para conseguir esto, el equipo de Yoo expuso las células de la piel a señales moleculares que suelen estar presentes en altos niveles en el cerebro. Y en 30 días contaban con neuronas motoras. El gran potencial de esto es que, primero, mejorará la comprensión de las enfermedades vinculadas a este tipo de neuronas y, eventualmente, conducir a nuevas formas de reparar tejidos y órganos dañados.
«En este estudio – explica Yoo en un comunicado –, sólo usamos células de la piel de adultos sanos que tenían entre 20 y 60 años. Nuestra investigación reveló cómo pequeñas moléculas de ARN pueden trabajar con otras señales celulares llamadas factores de transcripción para generar tipos específicos de neuronas, en este caso neuronas motoras. En el futuro, nos gustaría estudiar células de la piel de pacientes con trastornos de las neuronas motoras para poder crear modelos de cómo surge la enfermedad.
El estudio se titula: MicroRNAs induce a permissive chromatin environment that enables neuronal subtype-specific reprogramming of adult human fibroblasts.
Juan Scaliter