Desde 1980, la obesidad en todo el mundo se ha más que duplicado. En 2014, último año con cifras disponibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.900 millones de adultos (18 años o más), tenían sobrepeso. De estos más de 600 millones eran obesos.
Desde hace años, las causas biológicas vinculadas a la obesidad han estado bajo análisis y varios estudios sugieren una relación entre el sistema nervioso y el inmunológico. Ahora, un equipo de científicos, liderado por Ana Domingos, descubrió una población de células inmunes asociada a neuronas que juegan un papel directo en la obesidad.
Estas células inmunes son macrófagos, un tipo de glóbulos blancos responsables de las respuestas inflamatorias en el cuerpo. El equipo de Domingos mostró que los macrófagos están en contacto directo con un grupo de neuronas, afectando su activación, crítica para la reducción de la masa grasa. Las neuronas simpáticas están en contacto íntimo con un tipo particular de macrófagos, que el equipo de Domingos bautizó como SAM (macrófagos asociados a las neuronas simpáticas, por sus siglas en inglés). El estudio, publicado en Nature, se llevó a cabo, en primera instancia, en ratones y demostró que los SAMs eliminan la noradrenalina (también conocida como norepinefrina) y que los ratones obesos tenían muchas más de estas células unidas a las neuronas que los ratones delgados. Esto significa que los SAMs contribuyen a la obesidad disminuyendo el contenido de noradrenalina en la grasa, evitando así la reducción de la grasa.
Estudios genéticos realizados en los ratones, mostraron que bloquear el vinculo entre noradrenalina y SAM aumenta favorece la pérdida de peso por la descomposición de grasa. Más tarde, los responsables del estudio, confirmaron que los seres humanos compartimos este mecanismo con los ratones.
«El papel de la noradrenalina en losSAMs – afirma Domingos en un comunicado – ofrece un enfoque dirigido que permitiría superar los efectos nocivos de diferentes fármacos y facilitan el desarrollo de nuevas terapias contra la obesidad”.
Juan Scaliter