Un grupo de científicos de la Universidad de Exeter, liderados por Brendan Godley, ha utilizado seguimiento satelital y técnicas forenses para descubrir un importante terreno de alimentación en el Mediterráneo de las tortugas verdes (Chelonia mydas).
El equipo de Godley midió las «proporciones de isótopos estables», una firma química también utilizada por los científicos forenses, para descubrir dónde se habían alimentado las tortugas que llegaban a Chipre para reproducirse. Los resultados, publicados en Marine Ecology, mostraron que la zona de alimentación más importante era el lago Bardawil, en la costa norte de Egipto.
Los investigadores creen que pocas hembras reproductoras vinieron de la zona de alimentación del lago Bardawil hasta 2010. Es probable que los cambios en el ecosistema hayan convertido a este lago salino poco profundo en un excelente sitio de alimentación.
«Nuestro seguimiento por satélite de la cría de tortugas en Chipre lleva produciéndose ya varios años – señala Godley en un comunicado – . Esto significaba que sabíamos dónde muchas de las tortugas habían ido a buscar alimento, pero el análisis con isótopos estables mostró que se había perdido una gran área de alimentación”.
Este nuevo conocimiento permitirá llevar a cabo tareas de conservación en la zona del lago egipcio para poder preservar el área.
Juan Scaliter
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