En septiembre de 2015, la NASA anunció que había encontrado nuevas evidencias de que podía haber agua líquida en Marte. Concretamente, habían descubierto una especie de hileras estacionales, que aparecen y desaparecen de la superficie del planeta rojo. Las bautizaron con el nombre de Recurring Slope Lineae (RSL), y los científicos de la agencia espacial estadounidense pensaron que había muchas probabilidades de que se debiesen a la filtración de agua líquida y salada.
Pero, ahora, un nuevo estudio realizado por la propia NASA apunta a que en realidad están provocadas por elementos granulosos de polvo o arena. Los científicos han observado que su naturaleza es muy similar a la de las dunas del desierto, lo que de nuevo nos devuelve a la hipótesis de que la superficie marciana esté completamente seca.
Los autores del nuevo trabajo, con todo, sin embargo, mantienen abierta la posibilidad de que puedan existir pequeñísimas cantidades de agua en el lugar dónde se inician estas hileras. Pero es una mera hipótesis que necesita ser confirmada.
Vicente Fernández López