Las aves son descendientes directos de un grupo de dinosaurios carnívoros y con plumas que, junto con las aves verdaderas, se conocen como paravianos, entre los que se incluye el famoso Velociraptor.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol examinaron, a alta resolución, un fósil excepcionalmente conservado del Anchiornis,un dinosaurio del tamaño de un cuervo, comparando sus plumas fosilizadas con las de otros dinosaurios y aves extintas.
Las plumas alrededor del cuerpo de Anchiornis, conocidas como plumas de contorno, revelaron una forma de pluma primitiva, recién descrita y extinta, que consiste en una pluma corta con púas largas, independientes y flexibles que salen en ángulos bajos para formar dos aspas y una bifurcación.
Las observaciones, publicadas en Paleontology, fueron posibles gracias a los procesos de descomposición que separaron algunas de estas plumas del cuerpo antes de la fosilización, haciendo que su estructura sea más fácil de interpretar.
Tales plumas le habrían dado al Anchiornis una apariencia esponjosa en comparación con los cuerpos aerodinámicos de las aves voladoras modernas, cuyas plumas forman superficies continuas. Las plumas del Anchiornis, explican los autores en un comunicado, podrían haber afectado la capacidad del animal para controlar su temperatura y repeler el agua. Este plumaje lanudo también habría aumentado la resistencia cuando Anchiornis planeaba.
El Anchiornis y otros paravianos tenían cuatro alas, con largas plumas en las piernas, así como plumas alargadas que formaban un fleco alrededor de la cola. Este aumento en el área de superficie probablemente permitió el planeo antes de la evolución del vuelo.
Juan Scaliter