Parecen cascos inalámbricos, dos yo-yos conectados por una cuerda u orejeras. Cualquiera de estas descripciones serían aptas para intentar mostrar cómo es una estructura diminuta dentro del núcleo de una célula, la encargada de proteger nuestros genes.
Durante décadas, los científicos solo fueron capaces de especular sobre la forma de la heterocromatina, un tipo de cromatina (el modo en el que el ADN se presenta en el núcleo celular), que consiste en proteínas y ADN. Ahora, un grupo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa y la Universidad de Waseda ha podido definir su estructura gracias a nuevas imágenes obtenidas mediante microscopía crioelectrónica. Los resultados han sido publicados en Molecular Cell.
La investigación muestra que, aunque muy compacta, la heterocromatina es menos densa de lo que se pensaba. Formada por nucleosomas (paquetes de ADN y proteína en forma de rollo), la heterocromatina está conectada por una estructura similar al velcro, la Heterochromatina Proteina 1 (HP1). Gracias a ella se puede bloquear el proceso de transcripción genética (la transferencia de información en la secuencia del ADN a la secuencia de proteína).
“La vida tal como la conocemos se basa en estos principios – explica Matthias Wolf, uno de los autores del estudio, en un comunicado. Si todo encaja perfectamente, todos los elementos coinciden. La importancia de este hallazgo reside en que esto podría ser consistente con otras funciones, como la unión de otras proteínas con el ADN expuesto”.
En el futuro, los investigadores esperan utilizar su conocimiento para comprender estructuras de orden superior, como cadenas enteras de nucleosomas.
Juan Scaliter