El elefante de Borneo (Elephas maximus borneensis) es una subespecie de elefante asiático que solo existe en una pequeña región de esta isla de Indonesia. Su presencia en este área geográficasiempre ha sido un misterio. Ahora, en un estudio publicado en Scientific Reports, un equipo de investigación dirigido por Lounès Chikhi, del Instituto Gulbenkian de Ciência (IGC, Portugal) descubrió que estos elefantes podrían haber llegado a Borneo cuando existía un puente terrestre entre las islas de la Sonda y el sudeste de Asia.
Hasta hace poco, dos teorías opuestas se habían alternado para explicar el origen de los elefantes de Borneo. Una de ellas indicaba que podrían haber sido introducidas recientemente por humanos, tal vez 300 años atrás. De hecho, hay registros históricos que informan que, en el siglo XVII, los sultanes vecinos ofrecieron elefantes como obsequio al sultán de Borneo. Los elefantes actuales serían elefantes no nativos que se volvieron salvajes.
La otra teoría afirmaba que estos paquidermos se habrían separado de sus primos asiáticos hace mucho tiempo. Quince años atrás, un estudio genético demostró que el ADN de los elefantes de Borneo era muy diferente al de otros elefantes asiáticos, lo que sugiere una separación muy antigua, del orden de 300.000 años atrás. Sin embargo, aún no se han descubierto fósiles de elefantes en Borneo, a pesar de que se han encontrado de otros grandes mamíferos, como los orangutanes.
Para arrojar luz sobre el misterio del origen del elefante de Borneo, el equipo de Chikhi utilizó el análisis de datos genéticos y modelos computacionales para estudiar la historia demográfica pasada de estos animales .
“Lo que hicimos fue crear modelos computacionales para diferentes escenarios que podrían haber sucedido – explica Chikhi en un comunicado –. Luego, comparamos los resultados de estos modelos con los datos genéticos existentes y utilizamos técnicas estadísticas para identificar el escenario que mejor explicaba la diversidad genética actual de la población de elefantes en Borneo. Nuestros resultados sugieren que el escenario más probable que haya ocurrido es una colonización natural hace alrededor de 11.400 a 18.300 años. Este período corresponde a una época en que los niveles del mar eran muy bajos y los elefantes podían migrar entre las islas de la Sonda y Borneo. No podemos excluir escenarios más complejos, pero una introducción humana histórica parece muy improbable, al igual que una llegada muy antigua”.
Con menos de 2000 individuos que sobreviven actualmente, en un ambiente cada vez más fragmentado, y con noticias regulares de elefantes envenenados o muertos, el futuro es sombrío para esta especie en peligro de extinción.
Juan Scaliter