No es la confianza, ni las experiencias compartidas. Lo que nos une a nuestros amigos es que percibimos el mundo de modo similar, al menos neurológicamente. Así lo afirma un reciente estudio de la Universidad de Dartmouth que señala que los amigos tienen respuestas neuronales similares a los estímulos del mundo real y son estas similitudes las que pueden utilizarse para predecir quiénes son tus amigos.
Los científicos, liderados por Carolyn Parkinson, descubrieron que es posible predecir los lazos de amistad observando cómo responden sus cerebros a los videoclips. Los amigos tenían los patrones de actividad neuronal más similares, seguidos por amigos de amigos que, a su vez, tenían una actividad neuronal más similar que las personas a tres grados de distancia (amigos de amigos de amigos).
Publicado en Nature Communications, el estudio es el primero de su tipo en examinar las conexiones entre la actividad neuronal de las personas dentro de una red social del mundo real.
«Las respuestas neuronales a estímulos dinámicos, como los videos, nos permiten observar los procesos de pensamiento espontáneos de las personas a medida que se desarrollan. Nuestros resultados sugieren que los amigos procesan el mundo a su alrededor de maneras excepcionalmente similares”, señala Parkinson. .
El estudio analizó las amistades o los vínculos sociales de un grupo de casi 280 estudiantes. Los investigadores calcularon la distancia social entre individuos basándose en los lazos sociales informados. Se pidió a los estudiantes que miraran una variedad de videos mientras su actividad neuronal se registraba en un escáner funcional de imágenes por resonancia magnética (fMRI). Los videos abarcaron una variedad de temas y géneros, de política, ciencia, comedia y música. Cada participante vio los mismos videos en el mismo orden, con las mismas instrucciones. Los investigadores luego compararon las respuestas neuronales para determinar si los estudiantes que eran amigos tenían una actividad cerebral más similar que las parejas más alejadas entre sí en su red social.
Los hallazgos revelaron que la similitud de la respuesta neuronal era más fuerte entre los amigos, y este patrón pareció manifestarse en las regiones cerebrales implicadas en la respuesta emocional.
«Somos una especie social y vivimos nuestras vidas conectadas con todos los demás – concluye Thalia Wheatley, coautora del estudio –. Si queremos entender cómo funciona el cerebro humano, entonces tenemos que entender cómo funcionan los cerebros en combinación, cómo las mentes se moldean mutuamente”.
El próximo paso de los autores es explorar si naturalmente nos vinculamos con las personas que ven el mundo de la misma manera que nosotros, si nos volvemos más similares una vez que compartimos experiencias o si ambas dinámicas se refuerzan mutuamente.
Juan Scaliter