Hay varias formas de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 ° C para el año 2100, y una nueva investigación dirigida por el investigador Joeri Rogelj, muestra bajo qué condiciones esto sería posible.
El estudio, publicado en Nature Climate Change, es el primero en observar cómo las condiciones socioeconómicas, como la desigualdad, la demanda de energía y la cooperación internacional, pueden afectar la viabilidad de alcanzar estos objetivos, y también considera supuestos tecnológicos y de recursos.
«Uno de los objetivos del Acuerdo de París – explicaRogelj en un comunicado – es limitar el calentamiento a 1,5 ° C, pero los estudios científicos realizados hasta la fecha se centraron principalmente en la cuestión de limitar el calentamiento a 2 ° C. Este estudio ahora llena este vacío y explora cómo el cambio climático para el final del siglo XXI puede ponerse situarse en 1.5 ° C. Los estudios individuales han examinado esta cuestión en el pasado, pero este estudio es el primero en utilizar un amplio y diverso conjunto de modelos”.
El equipo de Rogelij utilizó seis modelos de evaluación, cada uno de los cuales intentó modelar escenarios que limitan el calentamiento a 1.5 ° C hacia el final del siglo, bajo cinco de los denominados Caminos Socioeconómicos Compartidos (SSP por sus siglas en inglés). Los SSP contemplan diferentes formas en que el planeta y la sociedad podrían progresar, incluyendo por ejemplo, uno en el que se busca la sostenibilidad, uno en el que el crecimiento económico y demográfico continúe como lo ha hecho históricamente, y otro en el que el se ponga poco énfasis en la sostenibilidad.
Los modelos no pudieron simular un escenario que limitase el calentamiento a 1.5 ° C en todos los SSP. Todos los escenarios exitosos incluyeron un cambio rápido del uso de combustibles fósiles hacia fuentes de energía bajas en carbono, un menor uso de energía y la eliminación del CO2. Las fuertes desigualdades sociales y económicas, un enfoque en el uso continuado de altos combustibles fósiles y las pobres políticas climáticas a corto plazo, mostraron ser obstáculos determinantes para alcanzar el objetivo de 1.5 ° C.
De acuerdo con los modelos exitosos, el uso de bioenergía y otras tecnologías de energía renovable, como la eólica, la solar y la hidroeléctrica, aumentarán drásticamente durante las próximas décadas, constituyendo al menos el 60% de la generación de electricidad para mediados de siglo. Esto marca un claro alejamiento del uso continuo de combustibles fósiles, sin captura y almacenamiento de carbono. El uso tradicional de carbón cae a menos del 20% de sus niveles actuales para 2040 y el petróleo se elimina para 2060. Las tecnologías de emisiones negativas, como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) y la repoblación forestal y la reforestación se consideran medios adicionales para eliminar CO2 de la atmósfera.
Las soluciones propuestas por el equipo de Rogelj, serán utilizadas para ejecutar los modelos climáticos aún más complejos. Esto servirá como punto de partida para futuras investigaciones, permitiendo una mejor comprensión de los impactos residuales a bajos niveles de calentamiento global.
Juan Scaliter
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