En 2016, en Kenia, se llevó a cabo la mayor quema de la historia de marfil confiscado a traficantes y cazadores furtivos: en total 100.000 kilos. La repercusión que tuvo este hecho en los medios de comunicación resultó en un mensaje contra la caza furtiva de elefantes y el comercio de marfil, pero muchos de los que necesitaban escucharlo podrían no haberlo recibido, así lo afirma un reciente estudio publicado en Conservation Biology.
Alexander Braczkowski, líder del estudio señala que un análisis de la repercusión mediática mundial de la quema de marfil más grande del mundo, ocurrida en Kenia en 2016, reveló que la cobertura alcanzó desproporcionadamente a las audiencias occidentales. Se trata del primer trabajo que busca evaluar el impacto potencial de la destrucción de más de 105 toneladas de marfil, por valor de aproximadamente €80 millones en el mercado negro.
«Nuestro estudio – señala Braczkowski en un comunicado – descubrió que el 81% de la cobertura de medios onlinese produjo en los Estados Unidos, que tiene pocos cazadores furtivos de elefantes y pocos consumidores de marfil de origen ilegal. Tanto la cobertura impresa como en línea, fue más débil en países que consumen marfil, como China, y el 59% fue en inglés, lo que puede haber impedido que alcanzara a todos los públicos a los que estaba destinado”.
De acuerdo con Duan Biggs, coautor del estudio, “si los consumidores de marfil, cazadores furtivos, traficantes y legisladores fueran los destinatarios, entonces una estrategia de presión sostenida de los medios para extender la cobertura a semanas o meses, podría haber sido mejor para efectuar el cambio. Estos eventos de destrucción también deberían coincidir con reuniones clave de política, con más líderes de países de origen, tránsito y demanda, invitados a asistir. Hay una necesidad urgente para saber cuál es el alcance del mensaje y si esto cambia las actitudes en los países de demanda de marfil. Por ejemplo, ¿causa fluctuaciones en los precios del marfil en bruto y trabajado, o afecta los niveles de demanda de los consumidores de productos de marfil?. Ese es el próximo paso”.
Juan Scaliter