Un equipo internacional de expertos, liderado por Thomas Hearing de la Universidad de Leicester, ha logrado espiar el clima de la Tierra hace más de 500 millones de años mediante la combinación de modelos climáticos y análisis químicos de conchas fósiles.
Este período es conocido como la «explosión del Cámbrico», el intervalo durante el cual los representantes de la mayoría de los principales grupos de animales aparecieron por primera vez en el registro fósil. Estos incluyen los primeros animales capaces de producir conchas, y son estos fósiles los que usaron los científicos.
La investigación, publicada en Science Advances, sugiere que los primeros animales vivieron en un clima similar al de los dinosaurios.
Durante mucho tiempo, los científicos habían pensado que el Período Cámbrico temprano fue un intervalo de efecto invernadero en la historia climática de la Tierra, un tiempo en el que no había capas de hielo polares permanentes.
Sin embargo, hasta ahora, los científicos solo tenían una vaga idea de cómo era el clima del Cámbrico debido a los tipos de roca que se depositaron en aquel período, aunque los detalles específicos eran como un misterio. .
“Debido a que los científicos no pueden medir directamente la temperatura del mar 500 millones de años atrás – explica Hearing en un comunicado –, tienen que usar otros datos como las proporciones de isótopos de oxígeno, un palaeotermómetro de uso habitual.Luego usamos ácido para extraer fósiles de aproximadamente 1 mm de largo de bloques de piedra caliza de Shropshire (Reino Unido), con una antigüedad de entre 515 y 510 millones de años. El examen de estos diminutos fósiles reveló que algunos de ellos tienen una química excepcionalmente conservada, es decir, casi no han sufrido cambios desde aquellas fechas. Muchos animales marinos incorporan rastros químicos de agua de mar en sus conchas a medida que crecen. Esa firma química a menudo se pierde durante el tiempo, por lo que es notable que podamos identificarla en fósiles tan antiguos “.
Los análisis de los isótopos de oxígeno sugieren que los mares de aquella época tenían temperaturas muy cálidas, entre 20 y 25ºC, para mares en latitudes tan al norte: 65º.
Estos hallazgos ayudan a ampliar nuestro conocimiento de los primeros animales del período y el entorno en el que vivían.
Juan Scaliter