Todos lo hemos visto pero la mayoría jamás hemos pensado en ello: ¿por qué se esparce el agua cuando llega al fregadero antes que baje por el desagüe?
El inventor y pintor Leonardo da Vinci documentó el fenómeno, conocido como salto hidráulico u onda estacionaria, en el siglo XVI. Los saltos hidráulicos son inofensivos en los fregaderos, pero pueden causar olas violentas, turbulencias y remolinos en aguas más profundas.
Desde la década de 1820, los científicos han creído que en parte se debían a la atracción gravitatoria. Pero un estudio publicado en el Journal of Fluid Mechanics ha refutado esta teoría.
Para llegar a una respuesta, el autor principal, Rajesh Bhagat, lanzó chorros de agua hacia arriba y hacia los lados sobre superficies planas, y observó que se producían exactamente los mismos saltos hidráulicos que cuando el agua fluía hacia abajo. La sospecha de Bhagat era que todos se veían afectados por los mismos factores: tensión superficial y viscosidad.
Al alterar estos atributos del agua, Bhagatpudo predecir con precisión el tamaño de los saltos hidráulicos, independientemente de la dirección en que se moviera el agua, desacreditando la teoría gravitacional.
“Saber cómo manipular el límite de un salto hidráulico – explica Bhagat en un comunicado – es muy importante para sectores como la ingeniería,la agricultura o la minería entre otras,y ahora con esta teoría podemos extender o reducir fácilmente este límite. Comprender este proceso tiene grandes implicaciones y podría reducir drásticamente el uso industrial del agua. En el hogar, podemos usar esta teoría para encontrar nuevas formas de limpiar todo, desde automóviles hasta equipos de fábrica”.
Juan Scaliter