Un nuevo estudio podría ayudar a explicar la violencia detrás de la extinción masiva más grande en la historia de la Tierra, conocida como la Extinción del Pérmico-Triásico.
El evento, también conocido como la Gran Mortandad, ocurrió hace alrededor de 250 millones de años cuando una erupción volcánica masiva en la actual Siberia y provocó la desaparición de casi el 90% de toda la vida en el planeta. Los geólogos llaman a esta erupción la inundación de basaltos y duró casi un millón de años.
“La magnitud de esta extinción fue tan increíble que los científicos a menudo se preguntaron qué hizo que la inundación de basaltos de Siberia fuera mucho más mortal que otras erupciones similares”, explica Michael Broadley, líder del estudio publicado en Nature Geoscience.
A través del análisis de muestras geológicas, Broadley y su equipo intentaron determinar la composición de la litosfera y descubrieron que antes que se produjera la inundación de basaltos, la litosfera siberiana estaba cargada de cloro, bromo y yodo, todos elementos químicos del grupo halógeno. Sin embargo, estos elementos parecen haber desaparecido después de la erupción volcánica.
“Concluimos que el gran reservorio de halógenos que se almacenaba en la litosfera siberiana se envió a la atmósfera terrestre durante la explosión volcánica, destruyendo efectivamente la capa de ozono en el momento y contribuyendo a la extinción masiva”, afima Broadley.
Juan Scaliter