Al fresco. Muy fresco: unos -220ºC. Sin embargo, a medida que se asciende en su atmósfera, el termómetro asciende nada menos que 40ºC, al revés de lo que ocurre en la Tierra.
Estos datos térmicos acaban de ser revelados por un estudio realizado con el telescopio VLT del Observatorio Austral Europeo, que nos ha ofrecido un retrato robot del «planeta-que-ya-no-lo-es».
Sus autores, dirigidos por Emmanuel Lellouch, también han descubierto que la mitad de la atmósfera está compuesta por metano, pero aún no saben si procede de concentraciones en la superficie o de una fina capa que la rodee.
Pilar Gil Villar