La historia misión Artemis I despegó en la madrugada del miércoles tras meses de expectación, es el primero de los viajes que pondrá a seres humanos en la Luna después de medio siglo
Después de muchas dificultades en los intentos anteriores de lanzamiento de la misión Artemis, el imponente cohete Space Launch System, o SLS, de 98 metros de altura, encendió sus motores y generó el equivalente a cuatro millones de kilos de empuje para despegar de la plataforma de lanzamiento en Florida y elevarse en el aire, atravesando el cielo nocturno.
Sobre el cohete se encontraba la nave espacial Orión, una cápsula con forma de gota de agua que se desprendió del cohete tras llegar al espacio. Orión está diseñada para transportar seres humanos, pero el pasajero para esta misión de prueba es un maniquí llamado «Campos», lleno de sensores que recogen datos vitales para ayudar a las futuras tripulaciones vivas (y que deben sobrevivir).
Se espera que el cohete Orión recorra aproximadamente 2 millones de kilómetros, en una trayectoria que lo llevará más lejos que cualquier otra nave espacial diseñada para el vuelo humano, según la NASA. Después de orbitar la Luna, Orión hará su viaje de regreso, completando su recorrido en unos 25,5 días. Está previsto que la cápsula caiga en el Océano Pacífico, frente a la costa de San Diego, el 11 de diciembre, cuando los equipos de recuperación esperarán en las proximidades para ponerla a salvo.
A lo largo de la misión, los ingenieros de la NASA vigilarán de cerca el rendimiento de la nave. El equipo evaluará si Orión se comporta como está previsto y estará lista para apoyar su primera misión con tripulación a la órbita lunar, que actualmente está programada para 2024.
Artemis II será tripulada, pero tampoco alunizará
Esta segunda misión llamada Artemis II esencialmente repetirá el recorrido de la primera misión. La lanzará al espacio el mismo cohete SLS, pero esta vez con una tripulación de cuatro personas, que volarán abordo del módulo Orion a una distancia de 7.402 km más allá de la cara oculta de la Luna, completará una vuelta al satélite y regresará a la Tierra. La misión durará entre ocho y diez días y recogerá valiosos datos de pruebas de vuelo.
A partir de aquí las cosas se ponen más difíciles y las fechas más inciertas. Artemis III, prevista para finales de esta década, se espera que ponga a una mujer y una persona de color en la superficie lunar por primera vez.
Los problemas para lanzar Artemis I
El equipo de la misión se encontró con varios contratiempos en el camino hacia el lanzamiento del miércoles, incluyendo problemas técnicos con el cohete lunar y dos huracanes que han pasado por el lugar del lanzamiento.
En los meses pasados, el abastecimiento de combustible del cohete SLS con hidrógeno líquido superrefrigerado fue uno de los principales problemas que obligó a la NASA a desistir de anteriores intentos de despegue a causa del riesgo de fugas. Sin embargo, el martes se llenaron los tanques sin mayor problema.
Para solucionar las fugas, la NASA desplegó lo que denomina una «cuadrilla roja», un grupo de personal especialmente entrenado para realizar reparaciones mientras el cohete está cargado de propelente. Apretaron algunas tuercas y tornillos y consiguieron detener las fugas de combustible. Un paso más hacia las siguientes misiones tripuladas a la Luna.