Sacudido por la gravedad de sus vecinos, este exoplaneta a 66 años luz de distancia brilla debido a la lava de sus muchos volcanes
Stephen Kane, astrofísico de la Universidad de California en Riverside, tuvo que volver a comprobar sus cálculos. No estaba seguro de que el planeta que estaba estudiando pudiera ser tan extremo como parecía.
Kane nunca esperó descubrir que un planeta de este lejano sistema estelar está cubierto de tantos volcanes activos que, visto desde la distancia, adquiere un tono rojo ardiente y brillante.
«Fue uno de esos momentos de descubrimiento en los que piensas: ‘vaya, es increíble que esto pueda existir'», afirma Kane. Un artículo que detalla el descubrimiento ha sido publicado en The Astronomical Journal.
Los exoplanetas no suelen tener luz propia, y por lo general se descubren por la sombra que producen en la luz de la estrella alrededor de la que orbitan, pero este planeta es una excepción.
Lanzado en 2018, el Transiting Exoplanet Survey Satellite de la NASA, o TESS, busca exoplanetas -planetas fuera de nuestro sistema solar- que orbitan las estrellas más brillantes del cielo, incluidos aquellos que podrían albergar vida.
Kane estaba estudiando un sistema estelar llamado HD 104067, a unos 66 años luz de nuestro Sol, del que ya se sabía que albergaba un planeta gigante. TESS acababa de descubrir señales de un nuevo planeta rocoso en ese sistema. Al recopilar datos sobre ese planeta, inesperadamente encontró otro más, con lo que el número total de planetas conocidos en el sistema asciende a tres.
El nuevo planeta descubierto por TESS es un planeta rocoso como la Tierra, pero un 30% más grande. Sin embargo, a diferencia de la Tierra, tiene más en común con Io, la luna rocosa más interna de Júpiter y el cuerpo más activo volcánicamente de nuestro sistema solar.
«Se trata de un planeta terrestre que yo describiría como Io con esteroides», explica Kane. «Se ha visto forzado a una situación en la que explota constantemente con volcanes. En longitudes de onda ópticas se podría ver un planeta resplandeciente, al rojo vivo, con una superficie de lava fundida».
Un planeta más caliente que las estrellas
Kane calculó que la temperatura de la superficie del nuevo planeta, TOI-6713.01, sería de 2.600 grados Kelvin, más caliente que la de algunas estrellas.
Las fuerzas gravitatorias son las culpables de la actividad volcánica tanto en Io como en este planeta. Io está muy cerca de Júpiter. Kane explicó que las otras lunas de Júpiter fuerzan a Io a una órbita elíptica o «excéntrica» alrededor del planeta, que a su vez tiene una atracción gravitatoria muy fuerte.
«Si no existieran las otras lunas, Io estaría en una órbita circular alrededor del planeta y la superficie estaría tranquila. En cambio, la gravedad de Júpiter aprieta tanto a Io que hace erupciones volcánicas constantemente», explica Kane.
Del mismo modo, hay dos planetas en el sistema HD 104067 que están más alejados de la estrella que este nuevo planeta. Esos planetas exteriores también están forzando al planeta rocoso interior a una órbita excéntrica alrededor de la estrella que lo aprieta mientras orbita y gira.
Kane compara este escenario con el racquetball, donde la pequeña pelota de goma rebota más y se calienta más al ser golpeada constantemente con palas. Este efecto se denomina energía de marea, término utilizado para referirse al efecto gravitatorio de un cuerpo sobre otro. En la Tierra, las mareas son principalmente el resultado de la gravedad de la Luna que arrastra nuestros océanos.
Kane y sus colegas quieren medir la masa del planeta en llamas y conocer su densidad. Esto les indicaría la cantidad de material disponible para ser expulsado por los volcanes.
Según Kane, los efectos de las mareas en los planetas no han sido históricamente un tema importante en la investigación de exoplanetas. Quizá esto cambie con este descubrimiento.
«Esto nos enseña mucho sobre los extremos de la cantidad de energía que puede bombearse a un planeta terrestre y sus consecuencias», dijo Kane. «Aunque sabemos que las estrellas contribuyen al calor de un planeta, la gran mayoría de la energía aquí es mareomotriz y eso no se puede ignorar».
REFERENCIA
A Perfect Tidal Storm: HD 104067 Planetary Architecture Creating an Incandescent World