Un estudio sugiere que el nuevo método para calentar Marte podría ser 5.000 veces más eficaz que las propuestas anteriores para terraformar el planeta rojo

Desde que nos enteramos de que la superficie del planeta Marte es fría y está muerta, la gente se ha preguntado si hay alguna forma de hacerla más acogedora para la vida. En un estudio pionero publicado en Science Advances, investigadores de la Universidad de Chicago, la Universidad Northwestern y la Universidad Central de Florida han propuesto un enfoque revolucionario para la terraformación de Marte.

Este nuevo método, que utiliza partículas de polvo artificiales liberadas a la atmósfera, podría calentar el Planeta Rojo más de 27 grados C, hasta alcanzar temperaturas adecuadas para la vida microbiana, un primer paso crucial para hacer Marte habitable. El método propuesto es más de 5.000 veces más eficaz que los anteriores sistemas de calentamiento global de Marte, lo que representa un importante salto adelante en nuestra capacidad para modificar el entorno marciano.

Lo que distingue a este método es el uso de recursos fácilmente disponibles en Marte, lo que lo hace mucho más viable que las propuestas anteriores, que dependían de la importación de materiales de la Tierra o de la extracción de recursos marcianos raros. Esta estrategia llevaría décadas. Pero parece logísticamente más fácil que otros planes propuestos hasta ahora.

«Esto sugiere que la barrera para calentar Marte y permitir la existencia de agua líquida no es tan alta como se pensaba», afirma Edwin Kite, profesor asociado de ciencias geofísicas de la Universidad de Chicago y autor del estudio. La autora principal es Samaneh Ansari, de la Universidad Northwestern.

Los astronautas aún no podrán respirar el aire de Marte; hacer que el planeta sea adecuado para que los humanos caminen por la superficie sin ayuda requiere mucho más trabajo. Pero tal vez se puedan sentar las bases, haciendo que el planeta sea habitable para microbios y cultivos alimentarios que puedan ir añadiendo oxígeno a la atmósfera, como han hecho con la Tierra durante su historia geológica.

Un nuevo enfoque para un viejo sueño

Existen numerosas propuestas para hacer habitable Marte; el propio Carl Sagan presentó una en 1971. Las propuestas han ido desde simples ensoñaciones, como los escritores de ciencia ficción que imaginaban convertir una de las lunas de Marte en un sol, hasta ideas más recientes y científicamente plausibles, como la ingeniería de baldosas de gel transparente para atrapar el calor.

Cualquier plan para hacer habitable Marte debe superar varios obstáculos, como los mortales rayos UV y el suelo salino. Pero el más importante es la temperatura del planeta: la superficie de Marte tiene una temperatura media de -60 grados C.

Una estrategia para calentar el planeta podría ser el mismo método que los humanos están utilizando involuntariamente aquí en la Tierra: liberar material en la atmósfera, lo que potenciaría el efecto invernadero natural de Marte, atrapando el calor solar en la superficie.

El problema es que se necesitarían toneladas de estos materiales, literalmente. Los planes anteriores dependían de traer gases de la Tierra a Marte, o de intentar extraer de Marte una gran cantidad de ingredientes que no son muy comunes allí; ambas son propuestas costosas y difíciles. Pero el equipo se preguntó si podría hacerse procesando materiales que ya existen en abundancia en Marte.

Gracias a vehículos como el Curiosity, sabemos que el polvo de Marte es rico en hierro y aluminio. Por sí solas, esas partículas de polvo no son adecuadas para calentar el planeta; su tamaño y composición hacen que tiendan a enfriar ligeramente la superficie en lugar de calentarla. Pero si diseñáramos partículas de polvo con formas o composiciones diferentes, tal vez podrían atrapar el calor de forma más eficiente.

Los investigadores diseñaron partículas con forma de varillas cortas, similares en tamaño a la purpurina comercial. Estas partículas están diseñadas para atrapar el calor que se escapa y dispersar la luz solar hacia la superficie, potenciando el efecto invernadero natural de Marte.

«La interacción de la luz con objetos de longitud de onda inferior es fascinante. Y lo que es más importante, las nanopartículas pueden producir efectos ópticos que superen con creces lo que se espera convencionalmente de partículas tan pequeñas», afirma Ansari. Mohseni, coautor del estudio, cree que no han hecho más que arañar la superficie del descubrimiento: «Creemos que es posible diseñar nanopartículas con mayor eficiencia, e incluso aquellas que puedan cambiar dinámicamente sus propiedades ópticas».

«Todavía se necesitarían millones de toneladas para calentar el planeta, pero eso es cinco mil veces menos de lo que se necesitaría con propuestas anteriores para calentar Marte globalmente», afirma Kite. «Esto aumenta significativamente la viabilidad del proyecto».

Los cálculos indican que si las partículas se liberaran en la atmósfera de Marte de forma continua a 30 litros por segundo, el planeta se calentaría más de 27 grados C, y el efecto podría notarse en tan sólo unos meses. Asimismo, el calentamiento sería reversible y se detendría en pocos años si se detuviera la liberación.

Impacto potencial e investigación futura

Según los científicos, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, no sabemos con exactitud la velocidad a la que el polvo manipulado saldría de la atmósfera de Marte. Marte tiene agua y nubes y, a medida que el planeta se calienta, es posible que el agua empiece a condensarse cada vez más alrededor de las partículas y vuelva a caer a la superficie en forma de lluvia.

«La retroalimentación climática es muy difícil de modelizar con precisión», advirtió Kite. «Para poner en práctica algo así, necesitaríamos más datos tanto de Marte como de la Tierra, y tendríamos que proceder lenta y reversiblemente para asegurarnos de que los efectos funcionan como se pretende».

Aunque este método representa un importante avance en la investigación de la terraformación, los investigadores subrayan que el estudio se centra en el calentamiento de Marte a temperaturas adecuadas para la vida microbiana y, posiblemente, el cultivo de alimentos, no en la creación de una atmósfera respirable para los seres humanos.

«Esta investigación abre nuevas vías de exploración y nos acerca un paso más al sueño largamente acariciado de establecer una presencia humana sostenible en Marte», afirma Kite.

REFERENCIA

Feasibility of keeping Mars warm with nanoparticles