Los anillos de Saturno son emblemáticos, pero nuevos datos sugieren que la Tierra podría haber tenido uno propio, lo que habría provocado el caos en la superficie
Sabemos que la Tierra ha pasado por muchas fases diferentes a lo largo de su vida. Al principio estaba cubierta de océanos de magma, y mucho más tarde fue una bola de nieve gigante durante un tiempo. A lo largo de cientos de millones de años, las masas continentales se han fragmentado, separado y vuelto a unir. Pero un periodo en el que lució un anillo es una idea relativamente nueva.
Investigadores de la Universidad de Monash (Australia) han planteado la hipótesis de que se formó un anillo rocoso alrededor de la Tierra hace unos 466 millones de años, y que persistió durante unas decenas de millones de años. Esta conclusión es el resultado de un riguroso trabajo de investigación geológica.
Alrededor de esa época, durante el llamado periodo Ordovícico, desde hace 485 millones de años hasta hace 443 millones de años, parece haberse producido un aumento de cráteres de impacto en la Tierra. El equipo cartografió las ubicaciones de 21 cráteres conocidos de esta edad y utilizó modelos de movimientos de placas tectónicas para rastrearlos hasta el lugar donde se encontraban en el momento del impacto.
Curiosamente, todos parecían haber impactado a menos de 30 grados del ecuador. Normalmente, se esperaría que impactaran en lugares completamente aleatorios de todo el mundo. Es un hallazgo extraño, pero podría tratarse de un error de muestreo.
Para averiguarlo, los investigadores calcularon qué parte de la superficie continental de la época podía conservar cráteres durante tanto tiempo. Se centraron en secciones de corteza estables y no alteradas anteriores a mediados del Ordovícico, excluyendo las regiones enterradas, erosionadas o afectadas por la actividad tectónica. Los mejores resultados se obtuvieron en Australia Occidental, África y secciones de Norteamérica y Europa.
A continuación, el equipo utilizó los mismos modelos tectónicos para retroceder en el tiempo y averiguar en qué parte del planeta se encontraban esos lugares privilegiados en el Ordovícico. Y, efectivamente, sólo el 30% de esta tierra adecuada se encontraba cerca del ecuador. Según el equipo, el hecho de que los 21 cráteres se encontraran en esta minoría de terreno es una anomalía estadística.
¿Cuál sería la causa de que la afluencia de meteoritos se concentrara alrededor del ecuador? Si la Tierra capturó un asteroide que pasaba hace unos 466 millones de años, podría haberlo despedazado y formado un anillo. Estos restos lloverían entonces sobre el planeta, concentrados en el ecuador, a lo largo de unas decenas de millones de años.
La teoría del anillo también podría explicar algunos otros misterios de la época. Los restos de meteoritos de esos cráteres muestran signos de no haber pasado mucho tiempo en el espacio antes de estrellarse contra la Tierra, lo que concuerda con el material procedente de una desintegración relativamente reciente de un gran asteroide en forma de anillo.
Unos 20 millones de años más tarde, la Tierra entró en la Edad de Hielo Hirnantiana, en la que las temperaturas cayeron a su nivel más bajo de los últimos 500 millones de años. Debido a la inclinación de la Tierra con respecto al Sol, un anillo alrededor del ecuador habría dado sombra a parte de la superficie terrestre, lo que podría haber provocado un enfriamiento global.
«La idea de que un sistema de anillos podría haber influido en las temperaturas globales añade una nueva capa de complejidad a nuestra comprensión de cómo los acontecimientos extraterrestres pueden haber dado forma al clima de la Tierra», dijo el profesor Andy Tomkins, autor principal del estudio.
Es una idea intrigante, e incluso plantea la posibilidad de que los anillos sean una fase por la que la Tierra y otros planetas pasan varias veces a lo largo de su vida. Después de todo, los anillos de Saturno podrían ser tan jóvenes como 10 millones de años -lo que significa que la Tierra marcó la tendencia en este caso- y podrían desaparecer en otros 100 millones. Marte también está desgarrando una de sus lunas, lo que podría formar un nuevo anillo dentro de 20 a 40 millones de años.
A continuación, el equipo planea modelizar cómo se desintegran y forman anillos los asteroides, y cómo evoluciona ese anillo a lo largo del tiempo. En trabajos posteriores se intentará modelizar los efectos que los anillos podrían tener sobre el clima.
La investigación se publicó en la revista Earth & Planetary Science Letters.
REFERENCIA
Evidence suggesting that earth had a ring in the Ordovician
Imagen: Una impresión artística de la Tierra con un anillo – una fase sugerida por nuevas evidencias. Oliver Hull