Para ser astronauta nuestros cuerpos tienen que adaptarse a vivir en el espacio. Pero también el cerebro sufre los efectos de la ausencia de gravedad.

Descubrir de que manera la gravedad cero altera el funcionamiento normal del cerebro humano, es un auténtico desafío para los científicos. Por ese motivo, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha un experimento en el que se utiliza la realidad virtual, para comprender mejor como el sistema neurológico combina su propia percepción del cuerpo con la que le proporcionan los estímulos visuales.

Hay que tener en cuenta que, en ausencia de gravedad, el cerebro tiene la sensación de que el cuerpo está cayendo al vacío, mientras que la información visual indica que eso no está sucediendo. Esa confusión que provocan ambas percepciones, puede ser la causa de que los astronautas tengan dificultad para desempeñar acciones que en la Tierra son tan sencillas como la de agarrar un objeto, o que les resulte algo más complicado realizar tareas cognitivas.

Fuente: ESA.

Buscando un punto de referencia

Los investigadores sospechan que, en la Tierra, nuestro cerebro utiliza la gravedad como punto de referencia para calcular a cuanta distancia está un objeto, y que músculos hay que mover para poder alcanzarlo.

Con este experimento se pretende descubrir que referencias utiliza estando en gravedad cero para realizar la misma acción.

El

Uno de los protagonistas de la investigación es el astronauta e ingeniero francés Thomas Pesquet. Antes de ingresar en la ESA vivió en Madrid, dónde trabajó para una empresa de teledetección.

Experimentando en el espacio

Otro de los participantes en el experimento es el astronauta holandés Andre Kuipers, a quien vemos equipado con un dispositivo para medir su actividad cerebral mientras realiza sus tareas cotidianas en la Estación Espacial Internacional.

Un vistazo al interior del cerebro

Uno de los escáneres realizados a Pesquet. Los investigadores creen que, para habituarse a vivir en el espacio, las redes neuronales ponen en marcha nuevos tipos de conexiones que están inactivos en la Tierra.