Esta es la única imagen real publicada hasta el momento del coronavirus SARS-CoV-2, causante de COVID-19. Las demás son simulaciones hechas por ordenador o, en algún caso, imágenes que se obtuvieron de otros coronavirus de estructura similar. ¿Por qué no hay más?
Solo pueden investigarse en laboratorios con un Nivel de Bioseguridad 3 (BSL-3) o superior
Una de las razones por las que investigar el coronavirus es tan complejo es por su alto nivel de contagio. Esto hace que tomar imágenes también sea de alto riesgo. En estos casos, solo pueden investigarse en laboratorios con un Nivel de Bioseguridad 3 (BSL-3) o superior. La imagen forma parte de un estudio realizado en China que aún está pendiente de revisión por pares, publicado en Biorxiv.
El tejido pertenecía a un hombre de 62 años que ingresó en el hospital el 15 de enero de 2020 con síntomas de neumonía y fue diagnosticado como COVID-19. Había viajado a Wuhan el 1 de enero y los síntomas habían comenzado el 11 de enero.
El coronavirus está criogenizado para poder obtener la imagen con un microscopio cryo-EM
La imagen se obtuvo con un microscopio electrónico cryo-EM, que puede tomar una imagen del virus a temperaturas criogénicas (aprox. -153 ºC). Los tejidos para la muestra se cortan en finas secciones (entre 40 y 200 nm de grosor) con un cuchillo de diamante. La imagen muestra el virus, y los “picos” de su corona. La longitud de esos picos es de 23nm.
¿Qué se ve en la foto?
Tal y como explican en el artículo publicado en Biorxiv, los CoV son virus cuya estructura está compuesta por material genético (ARN), proteínas que le permiten adherirse a otras células y una membrana de lípidos (ácidos grasos) que lo envuelve, protege y lo ayuda a propagarse e invadir las células.
Los coronavirus tienen viriones (forma infecciosa del virus). El de la imagen es un virión, es decir, la forma infecciosa. Los viriones son esféricos o moderadamente pleiomórficos (pueden cambiar su morfología según las condiciones ambientales). El diámetro del virión varía de 80 nm a 120 nm.
La superficie del virión está formada por una doble capa lipídica, en la que se encuentran varias proteínas, la proteína espiga (S), la proteína de envoltura (E) y la proteína de membrana (M).
La proteína S es la más popular. Se considera la proteína más importante en el CoV. Facilita la unión a las células huésped, es decir, las nuestras. Y está involucrada en la fusión del virus a la membrana de nuestras células, que son las células huésped. Esa proteína S en forma de espiga es la que está señalada en la imagen.
Muchos estudios basados en la estructura del SARS-CoV-2 se han centrado en la proteína S. Entre ellos, el desarrollo de una vacuna que han puesto en marcha en España investigadores del CSIC.