La pregunta es ¿por qué un fertilizante hecho con insectos es una novedad? Vamos por pasos. El aumento de la población precisa que también se incremente la producción de alimentos. El problema es que algunos cultivos pueden agotar los nutrientes del suelo y aquí es cuando entran a jugar su papel los fertilizantes: proporcionando los nutrientes necesarios.
El problema es que aunque los fertilizantes aumentan la producción su uso excesivo “ha endurecido el suelo, reducido la fertilidad, fortalecido los pesticidas, contaminado el aire y el agua y ha liberado gases de efecto invernadero, lo que también ha traído peligros para la salud humana y el medio ambiente”, de acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
Una clase de fertilizantes, conocidos como de micronutrientes, está diseñada para enriquecer los cultivos con nutrientes ya que, según un estudio de las Naciones Unidas, gran parte de los cultivos de cereales del mundo se cultivan en suelos sin el zinc adecuado.
En la búsqueda de un equilibrio adecuado y alternativas al uso de fertilizantes con efectos secundarios indeseados, una empresa española, TEBRIO, ha desarrollado el primer fertilizante 100% orgánico basado en insectos (el Tenebrio Molitor, también conocido como gusano de la harina). Este fertilizante, denominado oFrass, permite reducir el estrés de origen abiótico (exceso o defecto de agua, frío, salinidad), la necesidad de pesticidas y los costes de abonado. Además, según los estudios realizados, su uso rendimiento de la cosecha hasta un 200% y mejora el terreno acelerando el intercambio de nutrientes disponibles.
Hasta ahora este gusano se usaba principalmente para alimento de ganado y en la dieta de granjas de acuicultura, pero también muestra un prometedor futuro en la alimentación humana, según un reciente estudio publicado en Journal of Insects as Food and Feed.
¿Será esta la especie que nos reconcilie con los insectos?