Cada humano infectado produce al menos 60 billones de nuevos coronavirus. Una vez que entra en el cuerpo, atrapa las células y las utiliza para multiplicarse.
Esta imagen muestra una célula humana sólo 24 horas después del ataque del coronavirus SARS-CoV-2 (rojo). Así comienza el asedio del enemigo: con un sistema de reproducción que lo convierte en un ejército casi indestructible.
En rojo, está señalado el coronavirus, los otros colores de la imagen muestran distintas partes de una célula humana. En verde el retículo endoplásmico, el aparato de Golgi (azul), el núcleo de la célula (gris) y las mitocondrias (marrón).
Crédito de la foto: Julian Hennies, equipo de Schwab/EMBL
La imagen, tomada por el equipo de Schwab y el Centro de Microscopía Electrónica del EMBL de Heidelberg, en colaboración con Ralf Bartenschlager, de la Universidad de Heidelberg, muestra una representación en 3D de una célula infectada, sólo 24 horas después de que el virus empezara a atacarla.
Cuando el virus entra en el cuerpo, invade las células y comienza a replicarse a sí mismo
La máquina de coronavirus en marcha
Las manchas rojas visibles en la imagen son el resultado del virus. Se dispone formado dos capas de membrana que forman un globo, dentro de ese globo, los genes del coronavirus empiezan a multiplicarse y se liberan para incorporarse a nuevas partículas de virus. Y así comienza una reproducción exponencial que le multiplica por millones.
Cada coronavirus es capaz de crear hasta 100.000 réplicas, que se van multiplicando exponencialmente según avanzan por el cuerpo humano hasta causar estragos en el organismo del huésped.
El virus empieza a invadir células del cuerpo atrapándolas para fusionar su membrana con la de la célula e introducir su ácido ribonucleico (ARN). Esas copias se van acumulando durante los días siguientes, por lo que cada persona contagiada tiene cada vez más virus en su interior. De eso es de lo que hablan los expertos cuando mencionan la “carga viral.
Una vez dentro, el virus comienza a clonarse a una velocidad vertiginosa. Esto provoca que se produzcan millones de copias del virus que a su vez se liberan e invaden otras células,
En las células diana de un solo enfermo de SARS-CoV-2 se produce una cantidad ingente de coronavirus. Las estimaciones más conservadoras calculan que un solo enfermo libera al menos 60 billones de nuevos coronavirus.
Este estudio, uno de los muchos realizados por los investigadores del EMBL en colaboración con científicos de los Estados miembros del EMBL, no sólo aumentará nuestros conocimientos fundamentales sobre la forma en que el SARS-CoV-2 interactúa con su huésped, sino que también ayudará al desarrollo de medicamentos antivirales