Muchos recordarán aquel episodio de la serie Friends en el que Chandler orina sobre la pierna de Mónica, para contrarrestar los efectos de una picadura de medusa. Momento que provocó una oleada de meadas de primeros auxilios, tan solidarias como ineficaces. Por mucho que diga la televisión, una meada a tiempo no te salvará de los rigores de la dichosa picadura. Todo lo contrario, ya que las células venenosas presentes en los tentáculos del bicho reaccionan ante los cambios en la concentración de sales del medio, inyectando más veneno. Y la orina, al diluir la concentración de sales, contribuye a provocar dicha reacción. Así que la mejor solución es regar la zona afectada con agua de mar. O mejor aún, y en el supuesto de que hayas ido preparado para aliñar la ensalada en pleno arenal, usar vinagre, que desactiva las células venenosas.
Redacción QUO