Las águilas son animales míticos que aparecen representados en todas las culturas, y en España hay águilas autóctonas que se pueden observar en su entorno natural

El águila está presente en el escudo de Estados Unidos, Rusia, Polonia, Alemania, Austria, Rumanía, México, Jordania, Nigeria y muchos otros países. Las águilas eran el símbolo del Imperio Romano y la representación del poder en el antiguo Egipto. Tampoco olvidemos que el águila real (Golden Eagle en inglés) es la clave para pasar de nivel en el popular videojuego Angry Birds. Algo debe tener este pájaro de presa para que tantos humanos quieran asociarse con su imagen.

La mayoría de las 60 especies de águilas proceden de Eurasia y África. Fuera de esta zona, sólo se encuentran 14 especies: 2 en América del Norte, 9 en América Central y del Sur y 3 en Australia. Las águilas no son un grupo natural, en general su denominación se emplea para referirse a aves de presa lo suficientemente grande como para cazar presas vertebradas y que tengan tamaño considerable, unos 50 cm de longitud o más.

Estas aves están amenazadas por la pérdida de su hábitat, las trampas con veneno y los tendidos eléctricos, y de algunas especies apenas quedan unos cientos de ejemplares. España es uno de los mejores lugares de Europa para la observación de la vida salvaje, y esto incluye a las magníficas águilas endémicas de la península ibérica. Estos son los sitios a donde debes ir a ver a cada una de ellas:

Águila imperial ibérica

Aguila_Imperial

El águila imperial ibérica (Aquila adalberti) es una de las aves endémicas de la península ibérica, una especie amenazada de la cual solo hay constancia de 407 parejas en la Península Ibérica. El plumaje es de color pardo oscuro, salvo en la parte superior de las alas, donde tienen plumas blancas. Su bastión está en las dehesas del centro y suroeste de España, como en Extremadura, Ciudad Real y zonas del norte de Huelva y la Sierra Norte de Sevilla.

Águila real ibérica

águila real

El águila real está extendida por todo el mundo, pero hay una subespecie (Aquila chrysaetos homeyeri) endémica de la península. Se distingue de las del norte de Europa por su color, un poco más oscuro. Hace años la Cordillera Cantábrica era el sitio idóneo para observar a estas aves, incluso en los acantilados costeros, pero en los últimos años su población ha disminuido en esta zona, siendo ahora más abundantes en los Pirineos y en las sierras centrales y de Andalucía.

Águila perdicera

águila perdicera

águila perdicera

El águila azor o perdicera (Aquila fasciata) es un ave de un tamaño algo menor, y recibe su nombre por uno de sus platos favoritos: caza conejos, palomas, perdices y lagartos. Tiene unos 70 cm de longitud y pesa alrededor de dos kilos, con el dorso marrón oscuro y plumas blanco-amarillentas en la parte inferior. En España ha desaparecido prácticamente de la meseta norte, y las poblaciones, antes densas, de la costa mediterránea han sufrido grandes descensos. Para verlas hay que dirigirse a los parques naturales del sur  y Extremadura, como el parque de Doñana o el de Monfragüe.

Águila pescadora

águila pescadora

El águila pescadora​ (Pandion haliaetus) está extendida por las costas y ríos de todo el mundo, pero se encuentra en peligro de desaparecer en Europa. A diferencia de otras rapaces, los dedos de sus patas son más largos, con las uñas curvadas y un dedo exterior oponible, lo que les permite agarrar a los resbaladizos peces que constituyen su dieta principal. En la península ibérica el águila pescadora se extinguió oficialmente el año 1983, pero en 2003 se reintrodujo en Cádiz y Huelva gracias a un programa de reintroducción. La primera pareja reproductora se observó en en el Paraje Natural Marismas del Odiel, en Huelva, y desde entonces está aumentando progresivamente, por lo que se considera la espacie recuperada en Andalucía.

Águila culebrera

águila culebrera

El águila culebrera europea (Circaetus gallicus) está extendida por la mayor parte de sur de Europa, norte de África y Oriente Medio. Como su nombre indica se ha especializado en comer pequeñas serpientes, a las que atrapa con sus cortas pero fuertes garras y mata con un certero picotazo en la cabeza. Llegan a España en primavera para anidar, y a finales de agosto vuelven a pasar el invierno a África. Es fácil verlas en el Coto de Doñana a donde llegan junto con la migración de otras muchas aves.

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