Las islas Diomedes son uno de los lugares más curiosos del mundo, aunque solo las separan unos pocos kilómetros, hay un día de diferencia entre ellas
Las Diomedes son uno de los pocos lugares en el planeta donde es posible viajar en el tiempo. Gran Diomede se encuentra en el lado ruso, mientras que la Pequeña Diomede está en el lado estadounidense. El puente de hielo que se forma entre las dos islas en invierno permite, aunque es ilegal, recorrer la corta distancia que las separa e ir al día de mañana o al día de ayer. Por eso también se llaman, respectivamente, la «isla de mañana» y la «isla de ayer».
Las islas Diomedes están separadas por apenas cuatro kilómetros, en el estrecho de Bering, entre Siberia (Rusia) y Alaska (Estados Unidos). La Pequeña Diomede (Little Diomede) tiene una superficie de aproximadamente 18.9 kilómetros cuadrados. Pertenece a Estados Unidos y está habitada, principalmente, por indígenas inuit. La Gran Diomede (Big Diomede) es más grande que su vecina y tiene una superficie de aproximadamente de 30 killómetros cuadrados. Pertenece a Rusia. Antes de la Guerra Fría, estaba habitada, pero ahora es utilizada principalmente para propósitos militares rusos.
Pero lo más curioso es que la Gran Diomede va casi un día por delante de su vecina menor (21 horas) porque están situadas a ambos lados de la Línea Internacional de la Fecha, que atraviesa el océano Pacífico y marca el límite entre un día natural y el siguiente.
Esta pequeña distancia se convierte en un vasto abismo temporal. Aunque geográficamente están muy cerca, en términos de tiempo, están casi un día completo de diferencia en el tiempo. Si es un sábado por la tarde en la Pequeña Diomede, ya es domingo por la tarde en la Gran Diomede.
Historia de las islas Diomedes
La historia de las islas Diomedes es una mezcla de ocupación indígena, exploración y política internacional. Antes de la llegada de exploradores europeos y rusos, las islas Diomedes fueron habitadas por pueblos indígenas Yupik y, más tarde, por los Inupiat. Estas comunidades subsistían principalmente a través de la caza de focas, morsas y ballenas, así como a través de la pesca. Las islas sirvieron como punto de comercio y contacto entre las comunidades indígenas de lo que ahora es Alaska y Siberia.
En 1648, el cosaco ruso Semyon Dezhnev es el primer europeo registrado en pasar por el estrecho de Bering, aunque no hay evidencia concreta de que viera o visitara las islas Diomedes. Las islas fueron nombradas en honor a Diomedes, un personaje de la mitología griega, por el explorador danés Vitus Bering, a quien el estrecho debe su nombre, que estaba al servicio de Rusia, durante su expedición en 1728.
En 1867, Estados Unidos compró Alaska a Rusia. Como resultado, la Pequeña Diomede pasó a ser propiedad de Estados Unidos, mientras que la Gran Diomede permaneció bajo jurisdicción rusa. Durante la Guerra Fría, el estrecho de Bering y, en particular, la distancia entre las islas Diomedes, se convirtió en un punto caliente geopolítico. La Gran Diomede fue utilizada por la Unión Soviética para fines militares, y la Pequeña Diomede, aunque habitada por civiles, se encontró en una posición estratégica entre las dos superpotencias. Durante este periodo, el viaje entre las islas fue prácticamente imposible debido a las tensiones políticas.
La «Cortina de Hielo», similar a la «Cortina de Hierro» en Europa, es el nombre que se dio a la división entre las islas Diomedes durante la Guerra Fría. A pesar de la proximidad geográfica, las tensiones políticas y la Línea Internacional de Cambio de Fecha hicieron que estas islas fueran mundos aparte.
En 1987, en un gesto simbólico para promover la paz y la cooperación, un grupo de nadadores, conocidos como «los nadadores por la paz», nadaron desde la Pequeña Diomede a la Gran Diomede.
Cómo llegar a las Diomedes
Aunque la idea de cruzar de una isla a otra para cambiar de fecha es muy atractiva, es poco probable que lo consigas. Visitar las islas Diomedes es posible, pero viene con una serie de desafíos y restricciones. No hay aeropuerto para llegar a Pequeña Diomede, por lo que el acceso se realiza generalmente por helicóptero desde la ciudad de Nome en Alaska, aunque el servicio es irregular y depende del clima.
Durante los meses de invierno, cuando el estrecho de Bering está congelado, ocasionalmente se puede establecer una pista de aterrizaje sobre el hielo para aviones pequeños. No se requiere ningún permiso especial para visitar la Pequeña Diomede como ciudadano estadounidense, pero es recomendable notificar a la comunidad local de cualquier intención de visitar, ya que es una comunidad pequeña y remota. Para los no ciudadanos, se deben seguir las regulaciones de entrada a los EE UU.
El acceso a la isla rusa de Gran Diomede es más complicado. La isla ha sido utilizada para propósitos militares rusos, lo que hace que el acceso sea restringido. No hay servicios turísticos regulares a la isla y necesitarías un visado ruso y permisos especiales para visitar la isla, dado su uso militar. A menudo, estos permisos son difíciles de obtener.
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