El mapa AuthaGraph, creado por un arquitecto japonés en 1999, propone arreglar el problema de las distorsiones en el tamaño de continentes y océanos de nuestros mapas del mundo

Seguramente has tenido en la infancia un mapamundi en la pared de tu habitación. Los mapas son fascinantes porque nos ayudan a situarnos y encontrar nuestro lugar en el planeta. Pero ese mapa con el que crecimos nos miente: los tamaños de continentes y océanos están distorsionados, y distorsionan nuestra visión del mundo.

El mapa AuthaGraph es una revolución en la forma en que miramos el mundo. Es una herramienta que rompe con los mapas tradicionales como el de Mercator, mostrando nuestro planeta de manera más fiel y equilibrada. Es una de esas ideas que te hacen pensar cómo no se le ocurrió a alguien antes.

El creador del AuthaGraph, Hajime Narukawa, es un arquitecto japonés que en 1999 se propuso arreglar un problema que todos dábamos por sentado: los mapas que usamos están llenos de distorsiones. Por ejemplo, el mapa de Mercator, ese que vemos en casi todas partes, hace que Groenlandia parezca tan grande como África, cuando en realidad podrían caber como 14 Groenlandias dentro de África. Este tipo de errores no son solo curiosidades, también afectan cómo entendemos el mundo.

Proyección Mercator del mundo entre 85°S y 85°N. Obsérvese la comparación de tamaño entre Groenlandia y África.

Proyección Mercator del mundo entre 85°S y 85°N. Obsérvese la comparación de tamaño entre Groenlandia y África.

El truco del AuthaGraph es ingenioso. Divide la esfera terrestre en 96 triángulos y los proyecta sobre un tetraedro (una figura de cuatro caras). Luego, ese tetraedro se convierte en un rectángulo, y el resultado es un mapa que respeta mejor las proporciones de los continentes y los océanos. Lo más interesante es que puedes reorganizarlo para centrarlo en cualquier región del mundo. Es como si el mapa se adaptara a tus necesidades, en lugar de forzarte a aceptar un punto de vista fijo.

autagraph

Proyección Autagraph sobre un tetraedro

Una de las grandes ventajas del AuthaGraph es que no distorsiona tanto las áreas cercanas a los polos, algo a lo que debemos prestar más atención hoy en día. Piensa en el Ártico, por ejemplo: entre el cambio climático y las disputas por recursos naturales, tener un mapa que represente bien esa región es más importante que nunca. Además, este mapa muestra mejor las conexiones entre continentes y destaca cómo los océanos nos unen más de lo que nos separan.

Pero el AuthaGraph no solo es útil en el ámbito científico o geopolítico. También tiene un impacto social y educativo muy potente. Piensa en los mapas que viste en la escuela: la proyección de Mercator hace que Europa y Norteamérica se vean desproporcionadamente grandes, mientras que regiones como África o América Latina parecen mucho más pequeñas de lo que son. Esto no es solo un error técnico, también refuerza una visión eurocéntrica del mundo, una que afecta cómo pensamos sobre el poder, la riqueza y la importancia de las diferentes regiones.

El AuthaGraph nos invita a cambiar esa perspectiva. Al mostrar un mundo más equilibrado, nos ayuda a repensar nuestra relación con otras culturas y con el planeta en general. Y eso podría tener un gran impacto en temas como el comercio internacional, la cooperación global y hasta en cómo lidiamos con problemas globales como el cambio climático.

El AuthaGraph no es solo un mapa bonito o curioso. Es una herramienta que podría cambiar cómo entendemos el mundo y cómo nos relacionamos con él. Quizás no sustituya al Mercator en el corto plazo, pero definitivamente nos hace cuestionar cómo queremos ver y comprender nuestro planeta.