Ilustración de Iñaki Diéguez Uribeondo
Esta ilustración recrea el interior de una de las 80 tumbas de la Edad del Cobre encontradas en lo que hoy es Almería. Es la necrópolis megalítica más grande de Europa, más antigua que las pirámides de Egipto, y levantada en fechas similares a las que se alzaron las moles de piedra de Stonehenge
Este conjunto de tumbas pertenece a la primera ciudad de la Prehistoria en la Península Ibérica, Los Millares, en lo que hoy es Almería. Allí hace 5.000 años se instalaron un millar de individuos atraídos por el carácter sagrado de la necrópolis.
En Los Millares encontraron un lugar donde enterrar a los seres queridos y entregarlos a sus dioses, y posiblemente este carácter sagrado atrajo a viajeros de otras comunidades que fueron haciendo la ciudad cada vez más grande.
La construcción de las pirámides de Gizeh fue entre el año 2550 a. C. y el 2470 a.C. En esta primera ciudad de la península ibérica, Los Millares, los humanos que la habitaron edificaron tumbas modestas, pero no olvidaron a los dioses. Los primeros enterramientos se realizaron entre el 3220−3125 a. C., aproximadamente hace unos 5.200 años, y los últimos entre el 2390−2295 a. C., hace unos 4.300 años.
Símbolos de la diosa de la vida
La necrópolis de Los Millares cuenta con 80 tumbas en las que, junto a los restos humanos, abundan los ídolos de piedra, hueso y marfil. Muchos representan la figura y caracteres femeninos. Otros tienen ojos-soles y motivos geométricos.
Los ojos-soles están extendidos por todo el Mediterráneo y se han interpretado como un símbolo de la Diosa Madre, diosa de la vida y la fertilidad.
Los ajuares están compuestos por objetos de uso cotidiano (cerámica, cuchillos. etc.), objetos de adorno (conchas.. collares y pulseras y en algunas tumbas se encontraron objetos más ricos y exóticos, como piezas de marfil y huevos de avestruz.
La necrópolis de Los Millares, junto al poblado anexo, forman uno de los sitios arqueológicos más importantes en el estudio de las sociedades prehistóricas de Europa Occidental y gracias a los avances en datación por Carbono 14 se ha podido establecer que fue el primer gran asentamiento de la Prehistoria en la Península Ibérica.
El santuario se utilizó durante al menos un milenio
Las cámaras funerarias son de planta ovalada o circular, con una falsa cúpula de piedra, desde las que habitualmente se accede a otras cámaras secundarias o nichos laterales siempre de menores dimensiones. El acceso al interior de la tumba se realiza mediante corredores o pasillos de diferente longitud y en todo el espacio se encontraron abundantes restos óseos humanos dispersos y fragmentados que han perdido sus conexiones anatómicas como resultado de la reutilización del espacio funerario. Se trata de lugares de enterramiento colectivo, posiblemente familiar, donde e habitual la presencia de varias decenas de individuos en cada sepultura.
El análisis de la cronología y temporalidad de la necrópolis de Los Millares se ha basado en la datación de la fecha de muerte de los individuos depositados en el interior de las sepulturas. Has sido realizada con las tecnologías más actualizadas de datación por Carbono 14 y han participado en el estudio Gonzalo Aranda, Margarita Sánchez Romero y Lara Mileis, de la Universidad de Granada y Marta Díaz-Zorita, de la Universidad de Tubingen.
Los restos antropológicos disponibles para su estudio pertenecían a la denominada “Colección Siret” depositada en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid). Se trata de los restos documentados por Luis Siret y Pedro Flores en las excavaciones realizadas entre 1891 y 1892. De las cuarenta y ocho sepulturas que aún conservan restos óseos se seleccionaron cuatro de las tumbas con mayor número de restos antropológicos.
La necrópolis de Los Millares estuvo en uso durante casi un milenio, lo que supone un largo periodo de uso funerario que se corresponde con el periodo denominado como Edad del Cobre
De esta forma, se procedió al estudio bioarqueológico de las tumbas 69, 71, 74 y75. En total se analizaron 529 huesos humanos y dientes pertenecientes a individuos de ambos sexos y de todas las edades. De las muestras seleccionadas se obtuvieron diecinueve dataciones que permiten situar cronológicamente la construcción, periodo de uso, reutilizaciones y abandono de la necrópolis de Los Millares.
Los primeros enterramientos se realizaron entre el 3220−3125 a. C., aproximadamente hace unos 5.200 años, y los últimos entre el 2390−2295 a. C., hace unos 4.300 años.
La necrópolis de Los Millares estuvo en uso durante casi un milenio, lo que supone un largo periodo de uso funerario que se corresponde con el periodo denominado como Edad del Cobre. Los últimos enterramientos coincidirían con el inicio de la Edad del Bronce conocida en el sureste peninsular como “Cultura de El Argar”.
Esta imagen muestra una recreación de cómo debió ser la ciudad
Que chulo