Los colores de la bandera de El Descenso Internacional del Sella no tienen nada que ver con el colectivo LGTBIQ+, pero sí con la tradición de la Fiesta de las Piraguas. El 6 de agosto se celebra la 84 edición.
Hay quien la confunde con la enseña del colectivo LGTBI… y todas las siglas que quedan por llegar, pero la bandera de las Piraguas no tiene nada que ver con ella.
El Descenso Internacional del Sella es una competición piragüista que se celebró por primera vez hace casi un siglo por iniciativa de Dionisio de la Huerta. Hijo de indianos, deportista y amante del piragüismo, bajó el río Coya hasta Arriondas, en Asturias, con unos amigos en 1930. El año siguiente lo hicieron hasta Ribadesella. Desde entonces, salvo el parón de la Guerra Civil española y la pandemia, el Descenso Internacional del Sella se ha celebrado periódicamente entre Arriondas y Ribadesella, ambas en Asturias. Casi 20 km de recorrido por un río de poco calado y algunos rápidos.
La bandera con los colores que identifica esta competición deportiva se utilizó por primera vez en 1947. Respondía a la necesidad de diferenciar unos equipos de otros. Las piraguas entonces estaban fabricadas en lona y pintadas de brea para favorecer su impermeabilidad. Distinguir unas de otras, y averiguar quién iba en cabeza era una tarea harto complicada para los primeros cronometradores de la prueba. Se estableció entonces la conveniencia de pintar la piragua con diferentes colores en función de la procedencia de los participantes o su lugar de origen. La norma sufrió varias modificaciones hasta que en 1954 se estableció la bandera definitiva. En la enseña, de líneas horizontales, el rojo se asignaba a los equipos asturianos; azul, españoles; blanco, extranjeros; verde, campeón por equipos del año anterior: y amarillo para la piragua vencedora en la última edición.
Hoy, las embarcaciones de los participantes han abandonado aquel código por dorsales digitalizados, pero el espíritu de aquella bandera arco iris sigue perviviendo en muchos balcones de las localidades de Arriondas y Ribadesella, las dos localidades entre las que se celebra el Descenso Internacional del Sella.