Tras más de 85 años desaparecidos, se han descubierto en un polvoriento armario de un museo de Tasmania los restos del último tilacino conocido, también conocido como tigre de Tasmania.
En la nueva serie The Peripheral, basada en la novela de William Gibson del mismo nombre, el millonario del futuro Lev Zubov tiene unas extrañas mascotas. Con cabeza de lobo, rayas de tigre y bolsa como los canguros, el tilacino es sin duda una criatura extraña y fascinante. Por desgracia, está extinta.
Esta especie carnívora tenía el tamaño y la apariencia de un perro, pero en realidad es un marsupial más emparentado con canguros y koalas. El último tilacino (Thylacinus cynocephalus) murió en el zoo de Beaumaris, en Hobart, capital del estado-isla de Tasmania, en Australia, el 7 de septiembre de 1936, marcando la fecha de la extinción de la especie. Hay imágenes en blanco y negro de un tilacino en el zoo que se creía que era el último de su especie. Sin embargo, las nuevas investigaciones sugieren que el animal de estas imágenes era, de hecho, el penúltimo tilacino.
Resulta que el último tilacino era una vieja hembra capturada por el trampero Elias Churchill en el valle de Florencia y vendida al zoo en mayo de 1936. Murió pocos meses después de llegar al zoo y su cadáver se envió al Museo y Galería de Arte de Tasmania (TMAG), pero los conservadores no lo etiquetaron correctamente porque había sido capturado ilegalmente.
Durante años, muchos conservadores de museos e investigadores buscaron sus restos sin éxito. En la colección zoológica no se había registrado ningún material de tilacinos que datara de 1936, por lo que se asumió que su cuerpo había sido desechado.
Más adelante, los conservadores de zoología de vertebrados del TMAG estudiaron un informe inédito de un taxidermista del museo fechado en 1936-37 en el que se mencionaba un tilacino. Esto provocó una revisión de los especímenes que tenían en el almacén del TMAG, revelando finalmente que tenían en su colección el último tilacino existente de 1936.
El cuerpo del tilacino había sido desollado, y el esqueleto desarticulado se colocó en una serie de cinco cajas. El taxidermista del museo curtió cuidadosamente la piel, lo que permitió transportarla fácilmente y utilizarla como espécimen de demostración para las clases escolares durante años.
Los humanos y la caza excesiva fueron los principales responsables de la desaparición de la especie. En la década de 1840, los granjeros ofrecieron recompensas por los animales, que incluso fueron objeto de una campaña de exterminio patrocinada por el gobierno en la década de 1880. Algunos fans acérrimos del animal creen que la especie sigue viva y vive a escondidas en la naturaleza de Tasmania, pero los científicos refutan en gran medida estas afirmaciones.
Con la ayuda de los últimos restos de tilacinos, los investigadores esperan poder seguir manteniendo vivo el legado de esta maravillosa y extraña especie.