Sentarse mata, literalmente, pero ¿cómo puedes trabajar sin dejar de moverte? Esta silla con bicicleta estática puede ser la solución
Según los últimos estudios, el ser humano medio actual pasa entre 6,4 y 9,5 horas sentado al día. Sin embargo, algunas personas pueden pasar más de 11 horas sentadas al día, lo que se considera un factor un riesgo muy elevado para padecer enfermedades crónicas. También hay que tener en cuenta que estas cifras podrían haber aumentado debido a la pandemia de COVID-19, que provocó un aumento del trabajo a distancia y un comportamiento potencialmente más sedentario, y algunos de estos cambios han perdurado hasta el momento actual.
Es importante reducir el tiempo que se pasa sentado e incorporar la actividad física a las rutinas diarias para prevenir los problemas de salud asociados al sedentarismo. Pasar demasiado tiempo sentado puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y hasta la muerte prematura.
Pero no te levantes tan rápido que te mareas. Una solución es recurrir a un escritorio elevado para trabajar de pie, lo cual tiene muchas ventajas. Algunos de estos escritorios están motorizados y permiten alternar entre de pie y sentados con un botón. Pero esta alternancia, o incluso trabajar de pie todo el rato, no puede sustituir el movimiento continuo que proporciona caminar, que era la actividad en la que nuestros ancestros empleaban más tiempo.
Otra solución puede ser una silla activa con una base inestable, que combinada con un escritorio elevado puede permitirte trabajar y mantener un constante movimiento. Aunque esto es una enorme mejora, puede no ser suficiente para quienes quieren quemar más calorías al día.
Siéntate y pedalea
La bicicleta de escritorio V9 de Flexispot es una silla activa con pedaleo incorporado. El asiento se puede ajustar fácilmente con un solo botón, dispone de un regulador de esfuerzo de pedaleo de ocho intensidades y de una pantalla digital integrada que muestra las lecturas del tiempo de entrenamiento, las calorías quemadas y la velocidad.
La bicicleta de escritorio dispone de una base con cuatro ruedas con bloqueo por gravedad, como otras sillas de oficina, pero además se pueden bloquear con un freno para que sea más seguro el pedaleo. Las ruedas están montadas sobre unas patas extensibles y plegables, lo que permite almacenar la bicicleta de escritorio más fácilmente. Además de usarla como asiento con una mesa elevable, es posible adaptarle un tablero ajustable en altura y distancia, que se vende por separado, con suficiente espacio para un ordenador portátil y que permite trabajar y pedalear en cualquier lugar. El pedaleo es suave y silencioso, y la postura de trabajo nos permite manejar el ratón y el teclado con precisión, al mismo tiempo que nos movemos, quemamos calorías y nos mantenemos en forma.
Artículo en colaboración Flexispot Day. Consulta las ofertas del Día de Flexispot.