Sentarse en un taburete que introduce cierta inestabilidad nos obliga a que nuestros músculos trabajen para mantener el equilibrio y puede ayudarnos a compensar los problemas del sedentario

Hace unos años se puso de moda sentarse en un balón de ejercicio hinchable. Entonces empezaban a ser cada vez más evidentes los muchos problemas causados por el sedentarismo. Estos son algunos de los principales riesgos de pasar mucho tiempo en una silla sin moverse:

  • Mala postura: estar sentado durante largos periodos de tiempo puede llevar a una mala postura, lo que a su vez puede provocar dolor de espalda, cuello y hombros.
  • Mayor riesgo de obesidad: la inactividad puede provocar aumento de peso y obesidad, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de padecer otros problemas de salud, como enfermedades cardiacas y diabetes.
  • Disminución de la circulación: estar sentado durante mucho tiempo puede reducir la circulación en las piernas, lo que puede provocar hinchazón y un mayor riesgo de coágulos sanguíneos.
  • Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares: los estudios han demostrado que permanecer sentados sin movernos puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluso en personas que hacen ejercicio con regularidad.
  • Disminución de la función cognitiva: así como moverse estimula las capacidades del cerebro, estar sentado mucho tiempo también puede afectar negativamente a la función cognitiva, como la memoria, la atención y la capacidad de tomar decisiones.

¿Tiene entonces beneficios sentarse en un asiento que se mueve, y nos obliga a mantener el equilibrio? Los estudios indican que sí. Se ha comprobado que las personas que no pueden estar quietas en una silla tienen mejor el flujo sanguíneo, lo que ayuda a combatir problemas de salud relacionados con el sedentario. También disminuye la ansiedad, ya que proporciona información sensorial para calmarse cuando uno se siente abrumado y por si fuera poco permite quemar más calorías a lo largo del día sin necesidad de hacer ejercicio.

Sin embargo, puede ser difícil compatibilizar el estar en un asiento inestable con cambiar de postura (pasar de estar sentados a estar de pie) si tenemos un escritorio ajustable en altura. En estos casos, disponer de un asiento elevable que a su vez tenga cierta inestabilidad puede ser la solución

El taburete ergonómico BH4 de Flexispot dispone de una base inestable que permite el movimiento, y se puede ajustar su altura entre 55 y 73 centímetros. El ángulo máximo de inclinación es de 15º, pero cuidado, requiere un poco de práctica para acostumbrarse a la sensación de movimiento. Sin embargo, pasados unos minutos, tu cuerpo te lo agradecerá.

Artículo en colaboración con Flexispot.