El Peugeot E-2008, uno de los candidatos al Women’s Worldwide Car of the Year, también apuesta por un concepto de puesto de conducción denominado i-cockpit. A muchos les entusiasma pero otros lo detestan. Averigua por qué.
El cuadro de instrumentación del nuevo Peugeot E-2008 es muy futurista en las versiones más avanzadas. Ofrece una visión en 3D de algunos de los parámetros de la conducción como el proceso de carga, el consumo, la distancia recorrida, la velocidad a la que se circula… vamos lo que es habitual en todos los modelos solo que lo hace de forma muy efectista. También está bien resuelto el asiento del conductor, de corte deportivo como a Peugeot le gusta hacer. Y lo mismo ocurre con las reacciones y la agilidad de este coche que en su última actualización ofrece un motor eléctrico de 156 CV con una autonomía teórica de 402 km. Pero, ¿y el volante? Es de pequeño formato y achatado en su parte inferior para transmitir deportividad pero no termina de encajar con el resto de elementos con los que tiene que integrarse. El resultado es que muchos conductores no pueden ver parte de la información de ese cuadro de instrumentación tan avanzado que han diseñado en el Peugeot E-2008.
Los volantes de pequeño diámetro y achatados en su parte inferior empezaron a utilizarse en los Formula 1 de los años 80. Fue una respuesta a la necesidad de ganar espacio para las piernas del piloto en monoplazas muy bajos.
En Peugeot llaman i-Cockpit a este conjunto de elementos y desde que la marca lo empezó a utilizar hace casi once años en el Peugeot 208 no ha dejado de levantar las opiniones más encontradas. En Peugeot hace oídos sordos a las críticas y se escudan en los más de diez millones de unidades que la casa ha vendido con este sistema para justificar cualquier autocrítica. El Peugeot E-2008, cien por cien eléctrico, es la prueba de que no piensan cambiar de opinión.
Los volantes de pequeño diámetro y achatados en su parte inferior empezaron a utilizarse en los Formula 1 de los años 80. Fue una respuesta a la necesidad de ganar espacio para las piernas del piloto en monoplazas muy bajos. El concepto rápidamente viajó a los cupés deportivos del momento y de ahí se trasladó a las marcas generalistas que buscaban compradores sedientos de emociones. Ahora, en pleno boom de los SUV, ¿tiene sentido incorporar este diseño en un coche con una altura de 1.550 mm como el Peugeot E-2008? Depende de los gustos.
Diferencia con el modelo de gasolina
En esta versión eléctrica hay un par de sutiles diferencias en el panel de instrumentación tridimensional respecto al modelo de gasolina. En lugar del nivel de combustible se ve el estado de carga de la batería, mientras que el cuentarrevoluciones es sustituido por un gráfico que muestra los diferentes momentos de recuperación de la energía. También es posible ver en su pantalla de 10 pulgadas el flujo de eficiencia energética en cada momento.
Donde el e-Peugeot 2008 tiene un verdadero reto, en realidad como todos los fabricantes generalistas, es en ofrecer un sistema de infoentrenimiento sencillo e intuitivo. Las grandes pantallas y los efectos tridimensionales están muy bien, pero tienen que ir acompañados de la lógica y rapidez en la búsqueda de las diferentes opciones y de la eficacia de las conexiones del teléfono vía Apple Car Play /Android para que sean realmente operativos. Y en estos casos tanto Peugeot como la mayoría de las firmas apenas sacan un aprobado escaso. Una pena, porque el Peugeot E-2008, dinámicamente, va muy bien con un consumo de unos 18 kWh en ciclo combinado, una cifra bastante razonable teniendo en cuenta que las baterías le añaden 300 kilos extra de peso respecto al modelo de gasolina. Para soportar este exceso de peso, los ingenieros de la casa han trabajado sobre la suspensión para que el comportamiento sea predecible al máximo, sin comportamientos extraños ni inercias incontrolables. Todo lo contrario, emociona conducirlo incluso en firmes en mal estado. Eso quiere decir que el E-2008 no es solo un vehículo para moverse por la ciudad, sino para excursiones con firmes irregulares en las que pedimos al coche que transmita un plus de confianza.
¿Cómo quieres conducir?
El conductor del E-2008 tiene también la opción de elegir entre tres tipos de conducción:
Normal, Sport y Eco. Hay poca diferencia entre los dos primeros en cuanto a comportamiento del coche, pero el modo Eco resulta muy eficaz para los momentos de ecoansiedad, esos en los que no se sabe si se va a tener autonomía para llegar al siguiente punto de recarga. Y eso es importante porque aparte de la decena de kilómetros extra que se pueden conseguir con esta opción, hay que recordar que en España quedarse sin combustible puede conllevar sanción. No hay una penalización específica en el Reglamento General de Circulación para este tipo de situaciones pero sí para otras como por ejemplo aparcar en un lugar indebido. En este caso las cuantías son de 200 euros en adelante, además del engorro de tener que llamar una grúa, etc.
En términos de experiencia de usuario, conducir el Peugeot E-2008 es bastante similar a hacerlo con el de gasolina. Estéticamente los cambios son también sutiles. Incluso el espacio del maletero es el mismo que el de las versiones de gasolina, 434 litros de capacidad, una cifra muy decente para el segmento, aunque los asientos traseros, como en el resto de la gama, siguen siendo un poco justos. Pero, ¿cuántas veces van pasajeros en la parte de atrás del coche?
La calidad y los buenos acabados y materiales son señas de identidad en este modelo. Tanto, que te hacen sentir más especial que sus más directos competidores. Y eso es algo que a cualquier comprador le encantará.