El Hyundai Tucson, que ahora cumple veinte años, está ligado al desierto, los cactus y al pápago, una lengua uto-azteca hablada por indígenas del estado de Arizona, en Estados Unidos, y Sonora, en México. Pero sobre todo está vinculado con la aventura.
Apenas quedan 12.000 personas en todo el mundo que hablan pápago, una lengua antigua que utilizaban los indígenas americanos. Para ellos, Tucson significa “Al pie de la montaña del manantial negro”. Para los coreanos de Hyundai, representa un éxito comercial que se ha traducido en unas ventas en Europa de 158.056 unidades solo en 2023.
Pero la clave de la aceptación del Hyundai Tucson hay que buscarla en sus orígenes, cuando se lanzó en 2004. Entonces, el Nissan Qashqai había consolidado un nuevo segmento, el de los SUV (Sport Utility Vehicle). Se trataba de vehículos que ofrecían lo mejor de varios mundos. Tenían la habitabilidad de los monovolúmenes, cualidades trialeras, estética muy atractiva y medidas razonables. Los consumidores enseguida abrieron sus brazos a este nuevo concepto que Hyundai materializó en el Tucson.
En estos 20 años, el Hyundai Tucson ha ido cogiendo madurez y carácter. Ahora es un vehículo singular, algo de lo que no podía presumir en sus inicios.
Nació el Hyundai Tucson con dimensiones contenidas. Apenas tenía 4,32 cm de longitud, 20 centímetros menos que el actual, y su aspecto era neutro, ciertamente impersonal. La edición 20 aniversario del este coche es todo lo contrario. Carácter en estado puro que tiene como distintivos el color verde caqui de la carrocería –ellos los llaman Pine Green Metallic Matte–, llantas exclusivas de 19”, y en la zaga, el logo de Tucson 20º aniversario con la tipografía que se utilizó en el primer modelo y una representación de un cactus saguaro gigante.
Que Hyundai haga un guiño al mundo de los cactus no está exento de cierto riesgo. Ya Citroën bautizó a uno de sus modelos como Citroën C4 Cactus y basó toda su campaña de comunicación en esta planta. Si ahora la marca coreana recurre al Carnegiea gigantea, conocido comúnmente como saguaro o sahuaro, es porque en Tucson la segunda ciudad más poblada del estado de Arizona y la que da nombre a este modelo, el saguaro es el símbolo local e incluso tiene su propia reserva biológica.
Poca bebida
El saguaro solo necesita la octava parte de una taza de agua cada doce días para mantenerse vivo. El Hyundai Tucson, en su versión PHEV (híbrida enchufable) de 252 CV, apenas 1.3 litros de combustible los primeros cien kilómetros, cuando aprovecha la energía de su batería de 13,8 kWh. También la gama tiene un modelo de gasolina de 160 CV que puede solicitarse con microhibridación y tracción 4×4, y un híbrido de gasolina-eléctrico HEV con una potencia de 215 CV. Pero si algo distingue al Hyundai Tucscon 20 aniversario, además de su color, es que presume de este momento con un logo muy especial que encontrarás en diferentes partes del coche.
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