El Voyah Free, un SUV de origen chino del segmento premium, incorpora un sistema que permite elevar el cuadro de instrumentos, con sus tres pantallas incluidas

La palabra salpicadero proviene de una tabla que se colocaba en la parte delantera de los coches de caballos para evitar que el barro y el agua manchara a los ocupantes. Hoy, esta pieza ya no es lo que era. En él se alojan los cuadros de instrumentación del vehículo, con informaciones relevantes como la velocidad, el consumo, etc. y, desde que el mundo del automóvil se ha rendido a la tecnología, también incluyen sofisticados sistemas de infoentretenimiento. Pero más novedoso aún es que el salpicadero sea móvil como ocurre en el Voyah Free 100% eléctrico. ¿Para qué? Básicamente para epatar. En la marca dicen que permite ocultar parte de la información para evitar distracciones y también para poder ajustar mejor el ángulo de visión, pero la explicación no es muy convincente si se tiene en cuenta que el volante y el asiento son regulables en altura y que gran parte de las pantallas son visibles independientemente de la posición del salpicadero.

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Pero el Voyah Free tiene más reclamos multimedia como la posibilidad de grabar y almacenar fotos y vídeos de los ocupantes tanto de las plazas traseras como delanteras durante los viajes o el accionamiento digital de prácticamente todas las funciones. El problema, como ocurre en la mayoría de los fabricantes, es que cuanta más tecnología más riesgo hay de que falle. Y el Voyah Free no es diferente en este sentido.

Una bestia con disfraz

El Voyah Free se viste de lujo en cuanto al equipamiento y los acabados, pero es una bestia con doble motor delantero y trasero y tracción a las cuatro ruedas. Casi 500 caballos entrega este SUV premium de casi cinco metros. Al fin y al cabo en los motores eléctricos es más fácil que en los de combustión subir el rango de potencia porque se hace, básicamente, poniendo más bobinas e imanes más potentes. En las mecánicas de gasolina y diésel, sin embargo, se realiza a través del número de cilindros y su capacidad, con la consiguiente servidumbre de espacio que ello conlleva.

El Voyah Free es un SUV eléctrico con 500 caballos de potencia y una autonomía oficial de 500 km.

Toda esa simplicidad del sistema, con su caballería asociada, permite al coche acelerar en 4,4 segundos y ofrecer un consumo en ciudad por debajo de los 19 kWh, algo muy interesante teniendo en cuenta que el Voyah Free pesa más de 2300 kg.

La autonomía oficial, gracias a su batería de 100 kW, es de 500 kilómetros y su consumo no supera los 19 kWh/100 km en ciudad. Sorprende que la velocidad de carga sea solo de 100 kW, lo que quiere decir que será inútil recurrir a electrolineras ultrarrápidas porque no aprovecharás todo su potencial. En el mejor de los casos, necesitarás 45 minutos para cargar hasta el 80% de la batería.

Viajar sobre el aire

A la hora de viajar, el coche no traiciona el espíritu premium con el que llega a España porque incorpora los sistemas necesarios para hacer cómodos, seguros y eficaces los desplazamientos. Entre ellos, seis modos de conducción con suspensión neumática. Eso significa que en lugar de utilizar resortes convencionales emplea bolsas de aire comprimido para soportar el peso del vehículo. Estas bolsas se pueden inflar o desinflar electrónicamente para ajustar la altura de la carrocería y la rigidez de la suspensión. Una serie de sensores monitorea constantemente la velocidad, la aceleración, el ángulo de giro del volante y el estado de la carretera para, en función de todo ello, determinar el modo óptimo de la suspensión en cada momento. A ello se suman los amortiguadores adaptativos que ajustan continuamente su altura en función de las condiciones de la carretera y el modo de conducción elegido.

Pero como todos estos sueños no son baratos, como dirían en Lotería Nacional, hay que prepararse para pagar 77.790 euros si se quiere disfrutar de este SUV chino.