Ocurre cuando dos carpelos (órgano femenino de las flores) se fusionan durante el desarrollo de la flor dentro de la yema. Esto suele ocurrir cuando se dan temperaturas superiores a 30ºC durante la formación del óvulo.
También en las partes de las plantas con pocas hojas, ya que esto disminuye la protección solar que brindan a las yemas. Y la sequía tras la cosecha.
Redacción QUO