La Península de Kamchatka, en Siberia, podría servir a los científicos para entender cómo los seres humanos que vivieron hace entre 4.000 y 6.000 años reaccionaron a los cambios climáticos de aquella época. Por ello, el análisis de los datos recogidos en aquella zona podría servir para elaborar respuestas adecuadas al calentamiento global que afecta al mundo en la actualidad. Así lo cree un grupo internacional de investigadores, que trabaja en este lugar desde 2004.
Según uno de sus responsables, el antropólogo Ezra Zubrow, de la Universidad de Buffalo (EE.UU.), el norte circumpolar es un observatorio de los cambios en las relaciones entre las sociedades humanas y su medio ambiente en el pasado.
A pesar de los avances, muchos de los pueblos del mundo en la actualidad son tan vulnerables a los cambios climáticos como los de nuestros antepasados prehistóricos. No obstante, el cambio climático de aquella época fue más lento. Según Zubrow, en el período Holoceno, pasaron miles de años para que la Tierra se calentara tanto como lo ha hecho en los últimos 300 años.
Redacción QUO