Hasta hace cuatro años se pensaba que los únicos animales que tenían este tipo de tendencia eran los seres humanos y los grandes simios. Pero dos especies australianas de canguro –el gris oriental y el canguro rojo, que es el marsupial más grande del mundo– abrieron los ojos de los investigadores a una realidad muy distinta: ambos suelen preferir valerse de sus patas izquierdas.
El zoólogo que levantó acta del asunto, el ruso Yegor Malashichev, opina que es probable que los antepasados de estas especies usaran las extremidades diestras para colgarse de un árbol a otro, lo que dejaba sus patas delanteras izquierdas libres para todo lo demás; cuando sus descendientes bajaron de los árboles, ya eran zurdos. Puede ser, pero recientes observaciones han desvelado que la tarántula hondureña Brachypelma albopilosum, un animal con una evolución muy distinta, también tiene preferencias. Este arácnido se parece más a nosotros que los canguros: suele ser diestro.
¿Qué más ejemplos encontramos en el mundo animal?
Muchos loros y cacatúas usan preferentemente la pata izquierda para sostener el alimento o para llevárselo a la boca, y muy pocos lo hacen al contrario (3%). En cambio, las ballenas tienen preferencia por su lado derecho casi en su totalidad, y así lo manifiestan cuando capturan a sus presas o cuando dan coletazos sobre la superficie del agua.
Otro caso curioso es el de los chimpancés: las preferencias por cada mano se reparten al 50%. Pero, en cautividad, la mayoría son diestros por imitación de sus cuidadores humanos.
Redacción QUO