Sí. Es típico que las crasas formen propágulos, diminutos esquejes con raíz que penden del borde de las hojas de sus padres. Estos las sueltan los días de tormenta para que caigan al barro y arraiguen mejor.
Algunos arbustos envenenan con sus raíces el terreno cercano para impedir que broten semillas de otras plantas. La ruina de roma (Cymbalaria muralis), una vez polinizadas las flores y maduras sus cápsulas de semillas, hacen lo siguiente: los tallos que portan las cápsulas reptan por la pared para encontrar una fisura en el muro donde introducirse para germinar.
Ángel Febrero
Experto en Naturaleza
Enviada por Mariano García, Yunclillos (Toledo)
Redacción QUO