Pequeñas alteraciones en los vientos superficiales marinos pudieron ser importantes en el cambio climático abrupto ocurrido durante el último período glacial (hace unos 21.000 años). Es la principal conclusión de un grupo de científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, en Alemania.
La investigación, publicada en Geophysical Research Letters, afirma que una variación muy pequeña en la fuerza de los vientos de superficie marinos se ve correspondida con un cambio drástico en la intensidad de la circulación atlántica. Por ello, según uno de sus responsables, Marisa Montoya, “si el clima glacial se hubiera encontrado próximo a ese umbral, esos pequeños cambios en los vientos podrían haber dado lugar a cambios climáticos abruptos en ese período”.
Los científicos explican que la circulación oceánica en el Atlántico juega un papel fundamental en la regulación del clima a nivel global, ya que transporta grandes cantidades de agua relativamente cálida desde latitudes inferiores hasta las regiones más septentrionales.
Redacción QUO