Las temperaturas han caído y seguirán haciéndolo los próximos días en Estados Unidos y Canadá. La entrada de una masa de aire ártica ha provocado que, junto con los fuertes vientos, las sensaciones térmicas sean extremadamente gélidas. Durante este pasado miércoles los valores registrados en zonas cercanas a los grandes lagos han sido de -30ºC con sensaciones térmicas que en Chicago han llegado a los -50ºC. La madrugada de este jueves también ha dejado registros similares.
Texto de @MarGomez. Doctora en Físicas. Responsable del área de meteorología de @eltiempoes
Desde la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) ya han advertido de los peligros que supone estar a la intemperie a estas temperaturas, que pueden conllevar la congelación de zonas expuestas de nuestro cuerpo en apenas 5 minutos. Las temperaturas podrían batir récords y pasar a la historia como las más frías en décadas y es que al propio frío del Ártico se le unen vientos intensos que agudizan la sensación térmica.
¿Por qué está pasando?
Paradójicamente, estos valores están siendo muchísimo más bajos que en el propio Ártico, pero tiene su explicación: el vórtice polar. Se trata básicamente de una región de bajas presiones que mantiene confinado el aire del polo en esa zona. A principios de enero, se produjo un calentamiento súbito estratosférico -un calentamiento anormal de la estratosfera- que provocó la ruptura del vórtice polar. Faltaba solo que esos cambios se propagaran a capas inferiores, como la troposfera. Estos cambios suelen tardar unas semanas en manifestarse en la capa de la atmósfera en la que nos encontramos. Debido a ello, se ha producido esa intrusión de aire frío ártico que ha dejado, a su vez, de localizarse en el polo.
Por ello, esta semana en Svalbard, en pleno Ártico, estaban rondando temperaturas ligeramente por debajo de cero mientras que en estados del medio oeste americano el termómetro no ha subido de -20ºC y -30ºC.
¿Qué relación tiene con el cambio climático?
Aunque a priori podría parecer que eventos fríos como este no tienen que ver o incluso pueden contradecir el cambio climático que estamos viviendo, no es para nada así. Existen estudios, como el publicado en la revista Nature, que demuestran que anomalías positivas de temperatura en el Polo Norte debidas al calentamiento global y la región ártica pueden provocar severas olas de frío en Estados Unidos.
Además, se ha analizado el comportamiento del vórtice polar en las últimas décadas y se ha observado que los vientos que aíslan el vórtice polar se han debilitado y permiten que las olas de frío sean más frecuentes por culpa del cambio climático.